Por primera vez desde la celebración del funeral de la Reina Isabel II el pasado mes de septiembre, la Familia Real británica ha vuelto a reaparecer unida en un acto público. Esta vez, ya bajo el reinado de Carlos III y en uno de los actos favoritos de la ahora ya histórica Monarca. Se trata de la celebración del Remembrance Day, que conmemora el final de la I Guerra Mundial y rinde homenaje a todos los hombres y mujeres que murieron durante los años bélicos.
La primera de las apariciones tuvo lugar el pasado sábado 12 de noviembre por la noche, cuando el Rey Carlos III y la Reina Consorte Camilla acudieron al teatro Royal Albert Hall de Londres acompañados del resto de miembros que representa oficialmente a la Corona Británica como los Príncipes Guillermo y Kate, el Príncipe Eduardo y Sofía de Wessex, la Princesa Ana y su marido, Timothy Laurence, los Duques de Gloucester, el Duque de Kent y la Princesa Alexandra.
Todos ellos fueron parte de la audiencia del Royal British Legion Festival of Remembrance, el festival de música que homenaje a a los caídos durante la guerra. Siendo una de las fechas más señaladas en a agenda de la Reina Isabel II, esta primera celebración desde su fallecimiento -en 2021 tampoco había podido asistir por motivos de salud-, estuvo mucho más presente que nunca con pequeños homenajes y menciones. Y es que Isabel II fue, además de todo, patrocinadora de la Legión Real Británica y la Comandante Jefe de la Fuerzas Armadas Británica con más años de servicio.
Este también ha sido un evento importante para el Rey Carlos III ya que, tras su subida al trono, se ha convertido en Jefe de las Fuerzas Armadas, siendo estos actos los primeros que preside como tal. Y no fue el único. Este domingo 13 de noviembre ha sido también el encargado de colocar una corona de amapolas en honor a los caídos en el Cenotafio en Whitehall. Un evento muy solemne en el que también ha estado muy presente el recuerdo a la Reina Isabel II. La corona que colocó el Rey Carlos III era tanto un homenaje a su madre y también a su abuelo, el Rey Jorge VI, sus predecesores en el trono.
Un evento marcado por las ausencias
Un evento marcado sin duda por las ausencias. Pero no solo la de la Reina Isabel II, sino también de otros miembros que deberían de encontrarse allí de seguir siendo representantes de la Corona Británica. Es el caso del Príncipe Harry que, como hijo del Rey, tendría un papel importante de no haber renunciado a sus obligaciones reales y comenzar una nueva vida con su mujer, Meghan Markle, en los Estados Unidos. También el Príncipe Andrés, hermano del Rey, apartado también de sus obligaciones y sus títulos por su propia madre tras verse involucrado en el Harvey Weinstein y la trata de menores.