La celebración de la boda del Príncipe Harry y Meghan Markle congregó en torno al Castillo de Windsor a numerosos rostros conocidos, entre los que destacó sin duda la pareja formada por David y Victoria Bekham. Su presencia no resultó extraña si se tiene en cuenta que también fueron invitados a la boda de los Duques de Cambridge en 2011. Sin embargo, se trata de la primera vez que el matrimonio vuelve a coincidir con la Familia Real Británica desde el escándalo de los 'Beckileaks' en febrero de 2017.
El escándalo se produjo debido a la filtración de una serie de supuestos correos del exfutbolista y su entorno por parte de la página web Football Leaks. Dichos mensajes dejaron a la luz que la faceta solidaria del exjugador no se correspondía con una actitud real, sino que era fruto del interés por mejorar su imagen. Es más, esa necesidad de mejorar su imagen se habría producido después de que se le negase el título de 'Sir'. Una historia que viene ya de lejos.
Una condecoración polémica
En 2003, el por entonces jugador de la selección inglesa de fútbol fue condecorado por la mismísima Reina Isabel como Oficial de la Orden del Imperio Británico. La propuesta vino por parte del Primer Ministro Tony Blair, que consideraba que el deportista era digno de tal distinción " por haber desarrollado su papel de capitán de la selección con gran distinción y haber sido un gran embajador para el país tanto dentro como fuera del campo ".
Beckham confesó que se sentía "honrado y privilegiado", pero en realidad sus anhelos iban más allá: él lo que quería era ser Caballero (el rango máximo de la Orden del Imperio Británico). Algo para lo que comenzó a postularse en 2011 y cuya implicación sería básicamente recibir el tratamiento protocolario de " Sir David Robert Beckham " en todos los actos públicos a los que acudiese.
Propuesta rechazada
Según revelaron los presuntos correos electrónicos sacados a la luz en 2017, la propuesta de nombrar 'Sir' al futbolista fue evaluada seriamente por el comité encargado de elaborar la lista de posibles candidatos. Sin embargo, esto implicaba llevar a cabo una investigación exhaustiva sobre el candidato en cuestión a cargo del Departamento Real de Ingresos y Aduanas. Fue ahí donde se encontró el problema: Beckham supuestamente habría evadido impuestos.
Dicho organismo le concedió entonces una 'bandera roja', lo cual le imposibilitaba para ser condecorado. Fuentes cercanas declararon a los medios británicos: " Tenemos unas reglas y una de ellas es no premiar a personas que tienen bandera roja. No ha habido otro factor en la decisión, sólo el impositivo".
La decisión no gustó nada al marido de Victoria Beckham, que no dudó en mostrar toda su ira: " Son una panda de cabrones. No esperaba menos. ¿Quién decide sobre los títulos? Es una vergüenza ser honrado ". A partir de entonces comenzó una campaña para congraciarse con la Reina de Inglaterra subiendo multitud de fotos con ella (o de ella) en sus redes sociales con el objetivo de llamar su atención. Nada más lejos de la realidad: ya había sido declarado persona ' non grata '.
Cambio de actitud
Un año y tres meses después del escándalo, la Familia Real Británica parece haber levantado su veto hacia el futbolista y lo invita a la boda del Príncipe Harry y Meghan Markle. Se desconocen los motivos, pero lo más probable es que haya pesado más la amistad que mantienen los nuevos Duques de Sussex con el matrimonio Beckham.El futbolista es amigo personal del Príncipe Harry desde hace tiempo, pero además Meghan Markle se ha convertido durante los últimos meses en una de las más fieles admiradoras de los diseños de Victoria Beckham. De hecho, en su posado oficial de compromiso lució uno de sus jerseys e incluso se llegó a rumorear que colaborarían juntas en una línea de cosméticos. A día de hoy se desconocen los derroteros empresariales y amistosos que seguirán ambas parejas, pero lo único cierto es que los Beckham han conseguido que la opresora mano de la realeza ceda un poco y les devuelva la gloria perdida.