BBC emite en la noche del 29 de noviembre de 2021 la segunda entrega de la serie documental que ha dinamitado las relaciones de la Familia Real Británica con la cadena nacional. Una misión que será examinada con detenimiento por los abogados de la Casa Real Británica, que aún no han descartado interponer acciones legales contra la emisora por las "afirmaciones infundadas y exageradas" vertidas en la producción.
El equipo judicial de la Familia Real Británica decidirá tras la emisión final si la cadena incumplió la norma de precisión e imparcialidad del relato, así como la falta del derecho de réplica. En la primera entrega de la serie documental se acusó a la Casa Real de informar contra Harry y Meghan de forma consciente, y posiblemente con la aprobación de algunos de los miembros de mayor peso dentro de la Familia Real.
Quieren defenderse
Los abogados de la Familia Real británica aseguran que también están molestos por que la falta de una oferta de respuesta adecuado para defenderse de las acusaciones de los periodistas "pro-Sussex": "Ha habido muchos rumores de que las historias más dañinas y negativas sobre Meghan han venido de empleados de la Casa Real Británica. Según mis investigaciones, esto es cierto", aseguraba el periodista Omid Scobie en la primera entrega.
A pesar de estas acusaciones, el periodista no presentó ninguna prueba concluyente que pudiera acreditar que lo que decía era cierto. Durante la emisión, también se pudo escuchar el testimonio de la abogada de la Duquesa de Sussex, Jenny Afia, para restar importancia a las declaraciones sobre su clienta que aseguraban que era "difícil" trabajar para ella. Esta intervención habría agitado aún más a la Familia Real británica, ya que entienden que la esposa del Príncipe Harry estuvo informada en todo momento de los aspectos que trataría el documental y la forma en que lo haría.
Se espera que esta última entrega de la serie documental sea la más explosiva, ya que en ella se tratarán algunos temas mucho más delicados como la salud mental del Príncipe Harry. A pesar de que el equipo judicial de la Familia Real británica no ha decidido todavía si se interpondrán demandas legales, los Duques de Cambridge ya han dado un paso adelante y han vetado a la cadena pública en su primer gran evento navideño.