El afortunado se llama Kei Moriya, y es un empresario de 32 años que colabora con una empresa de transportes del país. De manera que, una vez que contraiga matrimonio, la Princesa se verá obligada a renunciar a su título real. Esto se debe a la tradición japonesa de no poder mantenerlo en el caso de que algún miembro del Imperio se case con un plebeyo; como es el caso de Ayako.
No son muchos los detalles que se conocen hasta ahora, sino que habrá que esperar unos días hasta que se anuncie el compromiso formalmente mediante la celebración de una ceremonia con este fin. Además, ya se ha establecido el 12 de agosto como la fecha en la que se iniciarán las distintas celebraciones por el enlace, que tendrá lugar en octubre.
La otra boda del Imperio
En 2020 está previsto que se case la nieta mayor de los actuales Emperadores, la Princesa Mako, con un compañero de universidad, Kei Komuro. A pesar de que el enlace estaba previsto para noviembre de este año, a principios de 2018, la Casa Imperial anunciaba la decisión de posponerlo hasta 2020 debido a una "falta de preparación".