En ocasiones no se puede dar todo por perdido, una lección que han aprendido la Princesa Magdalena y Chris O'Neill.
Cuando Casa Real confirmó que la Princesa Magdalena, Chris O'Neill y sus hijos se trasladaban a Florida y abandonaban Londres después de 3 años en la capital británica, se produjo una importante tormenta mediática. ¿Por qué volvían a Estados Unidos y se alejaban de Suecia? ¿No pensaba la hija del Rey en la necesidad de que sus hijos se escolarizarían en el país escandinavo para no perder su posición real?El traslado era y es a todas luces un error que solo sirve para que se incrementen las críticas contra quien ya ha sufrido numerosas durante los años que lleva de exilio autoimpuesto. La única justificación, más allá de los negocios de Chris O'Neill, es sacar partido a la casa de Palm Beach que no conseguían vender ni por asomo y que estaba siendo un quebradero de cabeza para la pareja real.
Pero no, nada más lejos de la realidad. La residencia ha sido vendida contra todo pronóstico, hecho confirmado por Expressen y que ha reportado beneficios al financiero. Así, han pasado de no poder vender la casa ni por asomo, a que de repente haya aparecido un comprador que ha pagado algo más de 3 millones de euros, lo que representa un beneficio de un millón y medio con respecto para Chris O'Neill.¿A Florida para qué?
Así, otras personas son ahora propietarias de esta mansión de Palm Beach de 309 metros cuadrados, con cinco habitaciones, cinco baños y piscina. Así que ahora se plantea un interrogante: ¿Dónde van a vivir la Princesa Magdalena y su familia? Lo más probable es que apuesten por una casa de alquiler, aunque no se sabe en qué lugar de Florida residirán... por el momento, ya que no tardará en descubrirse.
Eso sí, la cuestión plantea otra pregunta: ¿cuál es la verdadera razón del traslado? Si Chris O'Neill puede gestionar sus negocios en cualquier parte, aunque le venga mejor estar en Londres o Nueva York, y ya se han quitado de encima la casa... ¿A qué viene irse a vivir a Florida? Al menos en la Gran Manzana está la sede de la World Childhood Foundation, entidad con la que trabaja la Duquesa de Hälsingland y Gästrikland, pero en Florida puede tener la misma participación a distancia que si está en Londres. Hay bastantes sombras en una decisión un tanto controvertida.