La Reina Isabel contó con muchos y muy buenos trabajadores de alto nivel en la Casa Real Británica. Una de ellas fue Samantha Cohen, una mujer a la que se apodó la pantera por lo pragmática y luchadora que era y por su enorme capacidad de concentración. Fue sin duda una fiel colaboradora de la Monarca a la que tenía en muy alta estima tanto personal como profesionalmente.
Aunque no es habitual que las personas que han trabajado al servicio de la Corona hablen, Cohen concedió una entrevista con el periódico australiano The Herald Sun, donde ofreció detalles divertidos y algunos espinosos sobre su paso por Buckingham Palace.
Uno de esos detalles divertidos fue que a la Reina Isabel II le encantaba cuando algo salía mal porque eso le daba sabor a la vida. No se refiere a que las cosas fueran mal con escándalos, problemas, o percances, que de eso hubo mucho en varios momentos de su reinado, sino con detalles nimios como una tarta que era imposible de cortar o cuando una placa no se desvelaba porque no funcionaba el sistema.
Esos pequeños errores o fallos de protocolo le resultaban divertidos a Isabel II, que a lo largo de 70 años y 214 días de reinado presidió un sinfín de actos oficiales y vio casi todo: "La reina no tenía ego y estaba muy cómoda consigo misma, pero le encantaba que las cosas salieran mal. Cuando no se podía cortar una tarta o no se conseguía descubrir una placa... Cuando todo estaba tan perfectamente organizado, las cosas que salían mal le daban sabor a la vida".
Samantha Cohen trabajó como secretaria de prensa de la Casa Real Británica y posteriormente fue asistente y secretaria privada de Isabel II. En 2018 se convirtió en secretaria privada del Príncipe Harry y Meghan Markle a petición de la Reina para ayudar a los Duques de Sussex. La cosa no salió bien y terminó
La australiana confesó también que sus mejores momentos con la Reina Isabel fueron en dos giras a Australia en 2002 y 2011, que hablaba todos los días, y mucho, con la Monarca, y que durante 10 años tuvo su propia habitación en el Castillo de Windsor. Además, fue invitada una vez en Balmoral.
No fue fácil trabajar para Harry y Meghan
No quiso comentar sobre las acusaciones de bullying de Meghan Markle, de la que se dijo en su momento que no se portó bien con parte del personal, pero The Herald Sun confirmó que Cohen había sido una de las 10 interrogadas.
Lo que sí dijo fue que originalmente la idea era ser la secretaria privada de los Sussex durante medio año, aunque acabó quedándose año y medio : "No pudimos encontrar un reemplazo para mí y cuando lo hicimos, llevamos a esa persona de gira a África con Harry y Meghan para mostrarles cómo funcionaba todo, pero también se fue". En 2019, la propia Samantha Cohen abandonó su trabajo en la Casa Real Británica.