Tras el fallecimiento de la Reina Isabel II el pasado 8 de septiembre, de forma inmediata su primogénito paso a convertirse en el nuevo Rey bajo el nombre de Carlos III. Y a pesar de estar viviendo sus primeros días como Jefe de Estado y protagonizar varios momentos virales, este ha tomado también dos importantes decisiones antes del funeral de su madre -que tendrá lugar el próximo lunes 19- y que son una excepción que Isabel II nunca hizo en sus últimos años antes de morir: permitir que el Príncipe Harry y el Príncipe Andrés vistan sus trajes militares en actos públicos.
Si bien durante el cortejo fúnebre del pasado miércoles 14 de septiembre en Londres ambos vistieron trajes negros mientras que el resto lucía sus trajes militares -eso sí, ambos con sus medallas recibidas durante sus servicios-, durante las vigilias previas al funeral ambos vestirán igual que el resto como un "gesto de respecto" a la Reina Isabel II, tal y como ha hecho saber oficialmente el Palacio de Bunckingham.
Ambos lucirán sus trajes militares durante las vigilias
Las excepciones tendrán lugar este mismo viernes 16 de septiembre a las 20:30 (hora española) cuando los cuatro hijos de la fallecida, el Rey Carlos III, la Princesa Ana, el Príncipe Eduardo y el Príncipe Andrés hagan guardia frente al ataúd de su madre en Westminster. Será al día siguiente, sábado 17, cuando hagan lo propio los ocho nietos de la Reina: el Príncipe Guillermo, el Príncipe Harry, la Princesa Beatriz y la Princesa Eugenia de York, Zara y Peter Phillips, y Lady Louis y James de Wessex. Será entonces cuando se vuelva a ver al hijo pequeño de Carlos III con el uniforme militar.
Un decisión que además de hacerse como acto de respeto a la monarca, también supone también un gesto de inclusión de ambos junto al resto de la familia en un momento donde lo importante es velar a la Monarca: " Es importante que ningún nieto de la Reina se sienta excluido, sino cómodo, mientras lloran juntos a su amada abuela ", ha declarado una fuente cercana al Príncipe al medio The Mirror.
En el caso del Príncipe Harry, esta concesión parece también un gesto de acercamiento y conciliación entre padre e hijo, cuya relación se encontraba bastante distanciada desde que el Príncipe Harry decidiese abandonar sus funciones como miembro de la Corona y se mudase con su mujer, Meghan Markle, y sus dos hijos, Archie y Lilibet, a Estados Unidos.
En cuanto al Príncipe Andrés, la excepción no está exenta de polémica. El hijo de la Reina Isabel II había sido apartado de sus responsabilidades militares cuando fue vinculado con el caso de Jeffrey Epstein y esta recibiera varias acusaciones de haber violado a menores. En cambio, es de conocimiento público que la Monarca siempre tuvo cierta predilección por el Duque de York, a pesar de ser el que más ha comprometido la propia imagen de la Corona.