Hace tan solo unas semanas se conocía la noticia de que Frogmore Cottage, la residencia que les regaló la Reina Isabel II al Príncipe Harry y Meghan Markle, tenía nuevos inquilinos. El que fuera hogar del matrimonio cuando residían en Reino Unido antes de comenzar su vida en Canadá se había convertido en la casa de una persona muy cercana al Príncipe: Eugenia de York.
Al parecer, Eugenia de York y Jack Brooksbank se habrían mudado a Frogmore Cottage después de que la prima del Príncipe Harry llegara a un acuerdo con él para que le cediera su casa y así comenzar una nueva vida con el bebé que está en camino. Según el periódico The Sun, el matrimonio había realizado la mudanza y estaban encantados con esta nueva residencia, ya que además estaba adaptada perfectamente a un niño recién nacido puesto que se acondicionó para la llegada de Archie.
Pues bien, ahora el mismo medio ha revelado que Eugenia de York y Jack Brooksbank se habrían marchado de manera repentina y sin previo aviso de Frogmore Cottage. El matrimonio se ha marchado de su nuevo hogar y ha regresado a Kensington Palace tan solo seis semanas después de haber hecho la mudanza y haberse instalado tras el acuerdo con el Príncipe Harry. Nadie comprende cuál puede haber sido la razón por la que se han marchado.
¿Qué ha podido pasar?
Una fuente ha hablado con The Sun y tampoco entiende los motivos por los que Eugenia de York y Jack Brooksbank habrían decidido marcharse: " Frogmore Cottage vuelve a estar vacía. ¿Por qué nadie quiere vivir ahí? ¿Qué le pasa a ese sitio? La casa se equipó pensando en los gusto de Meghan y Harry para criar a Archie, es un lugar que está perfectamente acondicionado para que una pareja tenga un bebé".
La pareja está viviendo un momento muy feliz puesto que a principios del año 2021 se convertirán en padres de su primer hijo por lo que no se comprende esta marcha repentina de una residencia que tiene muchísima historia en la familia. En Frogmore Cottage han residido muchas personas y se han realizado multitud de reformas, siendo la más llamativa la que realizaron Meghan Markle y el Príncipe Harry y que tuvieron que pagar de su bolsillo tras retirarse de la realeza.