La Familia Real Sueca no para de festejar acontecimientos en los últimos años. En 2010 tuvo lugar la boda de la Princesa Victoria y el Príncipe Daniel. Dos años más tarde llegaba el nacimiento de su hija, la Princesa Estela, con el correspondiente bautizo celebrado el 22 de mayo de 2012.
Estos acontecimientos salvo el primero han contado con la presencia de una persona incluida en la familia (con minúsculas), Sofia Hellqvist. Esta joven sueca es la novia del Príncipe Carlos Felipe, y si nada lo remedia en un futuro será su esposa y tendrá título de Princesa de Suecia, ya que es poco probable que renuncie a títulos y dignidades como hizo Chris O'Neill, ya que ella no tiene negocios a los que renunciar.
Por ello, no extrañó verla en el bautizo de la Princesa Leonor, aunque eso sí, siguiendo unas condiciones. Como en anteriores ocasiones y al no haber compromiso de por medio, Sofia Hellqvist tuvo que llegar al Palacio de Drottningholm sola y bastante antes que la Familia Real Sueca, anfitriona del evento.
Carlos Felipe de Suecia llegó acompañado del Príncipe Daniel y la madre de Chris O'Neill
Sin embargo, la joven no se puede sentir satisfecha, ya que además de tener que ir tiempo antes como una invitada más, ya que oficialmente no es miembro de la Familia Real, tuvo que ocupar un banco bastante más atrás que el que tomaron los Bernardotte, teniendo que estar lejos de su novio.
De hecho, Carlos Felipe de Suecia cambió su compañía por la de su cuñado, el Príncipe Daniel, y por la de la madre de Chris O'Neill, Eva Maria Walter. El Príncipe de Suecia tuvo que unirse a ellos debido a que la Princesa Victoria acudió con los padrinos de la Princesa Leonor, al ser elegida por su hermana para ser una de las madrinas del bebé.
Salvo que la Princesa Victoria y/o la Princesa Magdalena amplíen la familia en próximas fechas, parece que pronto Sofia Hellqvist será por fin la protagonista del futuro acontecimiento real en Suecia si todo sigue como hasta ahora y Carlos Felipe le pide matrimonio. Ese día podrá sonreír relajadamente al haber conseguido lo que lleva tantos años esperando.