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Estela de Suecia no tendrá problemas para reinar si se casa con una mujer según ha informado Frederik Wersäll, mariscal de la Casa Real Sueca. Aunque la Princesa Estela tenía 9 años en el momento del anuncio y ocupa el segundo lugar en la línea sucesoria al trono sueco, su futuro ya se ha puesto encima de la mesa. De esta forma, el país nórdico continúa el camino de los Países Bajos, que aseguraba a Amalia de Holanda el derecho a reinar en el caso de que contraiga matrimonio con una mujer.
La ley garantizaba el derecho a contraer matrimonio con una persona de su mismo sexo puesto que Suecia permite el matrimonio igualitario desde 2009. El mariscal se refería a la ley que articula la sucesión, que establece que para permanecer en la línea sucesoria, el príncipe o princesa, debe contar con el consentimiento del Gobierno para contraer matrimonio. "Hoy en día (en Suecia) se puede contraer matrimonio entre personas del mismo sexo", aseguraba.
Las declaraciones del mariscal han sido publicadas en el periódico Aftonbladet después de las aclaraciones del Gobierno neerlandés sobre la posibilidad de que la hija del Rey Guillermo Alejandro no se case con una persona del sexo opuesto, lo que les hizo pensar en la misma cuestión en Suecia. El país nórdico fue el séptimo del mundo en legalizar el matrimonio igualitario, lo hizo con una amplia mayoría y el apoyo de la Iglesia sueca, de tradición luterana, que meses más tarde aprobó la ley que permite a los sacerdotes casar a parejas homosexuales en ceremonias religiosas.
Una cuestión de igualdad
El debate relacionado con las bodas de las princesas europeas surgió en el Parlamento de los Países Bajos, cuando un diputado se interesó por esta casuística. Fue entonces cuando el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, aseguró que la Princesa Amalia podrá casarse con una mujer y ser Reina sin que el Gobierno dificulte su acceso al trono en el caso de que así sea.
Tanto en Suecia como en Holanda, los miembros de la Familia Real necesitan el permiso del Parlamento para poder casarse, y en el caso de que no respeten el veto pueden continuar adelante con sus planes de boda pero serían apartados de la Casa Real y de los deberes institucionales.