La Princesa Estefanía recordó su infancia y agradeció al Príncipe Alberto la paciencia que tuvo con ella: "Admito que mi hermano fue muy paciente conmigo, sobre todo porque yo era un poco hiperactiva cuando era más joven. Mi hermano era adorable y me soportaba siempre que quería jugar con él. Su paciencia conmigo fue inagotable y se lo agradezco. Como no tenía un hermano o una hermana de mi edad, siempre iba con él y sus amigos".
Por supuesto recordó a su padre y lo unidos que estuvieron: "Estaba mucho con mi padre. Tan pronto como podía me iba con él. Cuando salía del colegio volvía corriendo para pasar tiempo con él. Rainiero de Mónaco era un padre cariñoso que siempre estaba de buen humor y que dejaba sus preocupaciones a un lado cuando estaba con sus hijos. Era exigente, pero justo. Por su parte, Grace Kelly enseñó a sus hijos "honestidad y rectitud. Saber defender nuestra posición y permanecer abierto al mundo".
Estefanía de Mónaco mencionó la feliz faceta de abuelo de su padre: "Mi hijo Louis también siente un amor y una gran admiración por su abuelo, al igual que mi hija Pauline y los hijos de la Princesa Carolina. Estaba muy orgulloso y feliz de ser abuelo". Además, reconoció que ha habido tres hombres importantes en su vida: "Hay tres hombres en mi vida: mi padre, mi hijo y mi hermano". De su primer marido y padre de sus dos hijos mayores, ni rastro, como tampoco del padre de su hija Camille Gottlieb o de su segundo marido, Adans Peres.
Recuerdos de su padre y su adolescencia
La conversación incluyó también el papel que juegan para Alberto II sus hermanas: "Me reúno con ellos periódicamente y me cuentan sus opiniones. No crean que me están defraudando", ante lo que Estefanía de Mónaco añadió: "A veces le damos nuestra opinión incluso antes de que nos la pida".
Sobre las actos de recuerdo a su padre, los hermanos comentaron que "cada evento despertó muchas emociones ligadas a los recuerdos y anécdotas que nos regresaron. Queríamos organizar estas conmemoraciones basándonos en lo que amaba nuestro padre y darles las gracias. Queríamos demostrar que quería dar legitimidad y credibilidad a Mónaco. No soportaba la expresión 'Principado de opereta'", añadió la Princesa Estefanía. El Príncipe Alberto dijo que su padre fue llamado el príncipe constructor por el desarrollo y las infraestructuras que llevó a cabo durante su reinado, pero que también fue artífice "de la Constitución de 1962 y de muchas otras iniciativas".
Estefanía de Mónaco se acordó de cuando empezó a ir al Baile de la Rosa o la de la Cruz Roja, lo que no le gustaba especialmente cuando era adolescente: "Cuando era adolescente no quería ir allí. A cierta edad, no es necesariamente divertido vestirse con ropa de gala y sentarse durante cuatro horas en una mesa mientras todo el mundo te mira. Pero lo hacíamos a menudo en familia y se convirtió en nuestro propio momento".
"Es cierto que cuando tienes 16 o 17 años quizás quieras hacer otra cosa. Y estos momentos pueden resultar muy impresionantes e intimidantes", añadió el Príncipe Alberto, que habló además de cómo fue aprendiendo de su padre lo que le esperaba como Soberano: "Fue un proceso de aprendizaje paulatino, asistí con mi padre a Consejos de Gobierno y reuniones de gabinete", finalizó Alberto de Mónaco.