Algunas Familias Reales celebran Misas de Acción de Gracias o también llamadas Te Deum en las que agradecen a Dios el nacimiento de un nuevo miembro en la familia. Los Grimaldi son católicos y como tal han querido ejercer tras la llegada de los Príncipes Jacques y Gabriella el pasado 10 de diciembre.
Así, el arzobispo de Mónaco y Gran Capellán del Palacio Grimaldi ofició una misa de acción de gracias en honor a Sus Altezas Serenísimas los Príncipes Jacques y Gabriella, hijos de los Príncipes Alberto y Charlene de Mónaco.
El acto estuvo presidido como no por el padre de las criaturas y Jefe del Estado del pequeño país mediterráneo, el Príncipe Alberto II, que contó para la ocasión con la presencia de parte de su familia, tan felices como él por el nacimiento de los mellizos.
Allí estaba la Princesa Estefanía, con la que Alberto siempre ha mantenido muy buena relación, así como de dos de sus tres hijos: Pauline Ducruet, la mediana, y Camille Gottlieb, la benjamina. El gran ausente fue Louis Ducruet, poco amigo de aparecer en este tipo de actos si su presencia no es totalmente necesaria.
Ni rastro de Carolina de Mónaco
Lo que también llamó la atención fue que ni acudió la Princesa de Hannover, ni tampoco ninguno de sus cuatro hijos, que no han querido celebrar oficialmente el nacimiento de los mellizos de los Príncipes de Mónaco que han garantizado la sucesión directa del Soberano reinante.
Es probable que sus respectivas agendas, sobre todo las de los tres hijos mayores de Carolina de Mónaco, les haya impedido acudir a este acto que aunque oficial ha sido pequeño, aunque es llamativo que la rama perjudicada en la sucesión por el nacimiento de los mellizos no haya tenido ninguna representación.