Antes de entrar en la celda en la que pasará los próximos años de su vida, se ha procedido a identificar debidamente al reo. Los funcionarios de prisiones han comprobado su identidad, le han tomado las huellas y la foto correspondiente. Todo esto queda archivado de por vida. Una vez terminado este trámite, se le apunta en el libro de ingresos y se procede a abrir su experiencia personal, donde se anotará todo lo que le ocurra hasta el día en el que recupere la libertad en cuanto a su situación judicial. Estos datos también se archivan, y en su caso, Iñaki Urdangarin puede conocer su contenido.
El médico del centro penitenciario realizará un reconocimiento a Iñaki Urdangarin para confirmar que esta todo en orden. Le visitará también el psicólogo para conocer cómo se encuentra psicológicamente el reo. Si todo está bien, dejará el departamento de ingresos y pasará a ocupar una celda en el módulo de hombres, donde estará solo.
Visitas, vis a vis y tercer grado
Como todo preso, Iñaki Urdangarin tiene derecho a visitas y a beneficios penitenciarios. Como ha manifestado José Manuel Couso, portavoz penitenciario de CSIF, estará clasificado en segundo grado, y al encontrarse solo, tendrá únicamente contacto con los funcionarios de prisiones encargados de vigilarle. Todos los fines de semana tiene derecho a una visita de 40 minutos, además de los vis a vis, que pueden ser familiares, o incluso íntimos.
A partir de que haya cumplido la cuarta parte de la condena tiene derecho a acceder a los permisos, lo cual lleva a noviembre o diciembre de 2019. Hasta entonces no verá la calle salvo imprevistos, como una cita judicial o una visita al hospital. Cuando pase la mitad de la condena podría disfrutar del tercer grado. Esto consiste en pasar todo el día fuera e ir solo a dormir, con los fines de semana también en libertad. Otra opción sería estar ya fuera del centro penitenciario, aunque en su caso debería llevar una pulsera de control telemático.