Galería: La Familia Real Española en imágenes
La realeza española sigue dando titulares que seguramente no les gusta protagonizar. Las relaciones familiares de los Borbón y Grecia están en el punto de mira una vez más por las tensiones existentes con la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Los últimos capítulos han tenido que ver con dos de los tres cumpleaños redondos que les tocan este mes de enero de 2018.
El 5 de enero se celebró un almuerzo en La Zarzuela con el que se celebró el 80 cumpleaños del Rey Juan Carlos. Los grandes ausentes fueron la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin con sus cuatro hijos, que no acudieron. El Rey Felipe no quiso a su cuñado por el daño que puede causar a nivel de imagen a la Institución, así que Cristina de Borbón se negó a ir y causó un gran daño a su padre.
A cambio, el Rey Juan Carlos pidió al Monarca que le dejara acudir al 50 cumpleaños de Iñaki Urdangarin, que se celebró en un restaurante de Ginebra. A Felipe VI no le ha hecho ninguna gracia, pero Pilar Eyre asegura tuvo que dar su brazo a torcer, porque de otro modo hubiera sido imposible que el Emérito pudiera haber viajado. Así, hubo consentimiento, aunque probablemente tras una acalorada discusión. Lo que ocurriera o no, lo saben los muros de La Zarzuela y quienes estén cerca para escucharlo.
El Rey Juan Carlos quiso compensar el agravio a la Infanta Cristina y su yernísimo, al que ha despreciado en público, pero no tanto en privado. De paso, ha contentado a su hija en un momento en el que se especula con su estado de salud. Después de que unos amigos hicieran llegar a Pilar Eyre un ejemplar de la revista VIP en el que se decía que Cristina de Borbón está muy enferma, se han desatado las especulaciones sobre su estado de salud.
¿Deprimida o preocupada?
La publicación dice que padece una grave depresión y que ese fue el motivo por el que no fue al 80 cumpleaños del Rey Emérito, lo cual no es verdad. Lo que sí es cierto es que le pasa algo, pero aquí hay varias versiones. Gustavo González dice que está muy mal: "Está muy abatida, se siente una proscrita y una apestada". Sabe que tiene el apoyo privado de su real familia, pero le duele no tenerlo públicamente.
Por su parte, Pilar Eyre señala que tanto Cristina de Borbón como Iñaki Urdangarin tienen problemas psicológicos desde que estalló el Caso Nóos y reciben ayuda, pero no hay ningún dato fundado que confirme que su estado se haya agravado. En esa línea se mueve Vanity Fair, que señala según su círculo que no está deprimida, sino preocupada, algo normal teniendo en cuenta la situación procesal de su marido y el sufrimiento que arrastran.