Doña Letizia estuvo resplandeciente en la cena que junto al Rey Felipe ofreció al Presidente de Italia, Sergio Mattarella, y a su hija Laura con motivo de su Visita de Estado a España.
Si bien hace ya tiempo que España recuperó las Visitas de Estado a pesar de la pandemia, ha tenido que llegar el otoño de 2021 para que vuelva todo el esplendor que las caracteriza. Para retomarlo, nada mejor que hacerlo con el Presidente de Italia, Sergio Mattarella, que se desplazó a España con su hija, Laura Mattarella, que ejerce como Primera Dama.
Todo empezó en la mañana del martes 16 de noviembre de 2021, cuando los Reyes Felipe y Letiza se desplazaron al Palacio Real para recibir al Presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, y su hija Laura. Los cuatro se colocaron en la tribuna de honor para escuchar los Himnos Nacionales y la salva de 21 cañonazos. Posteriormente, los dos Jefes de Estado pasaron revista al batallón de honores de la Guardia Real y ya después los cuatro mantuvieron un encuentro en el interior del Palacio Real. Finalizada la ceremonia de bienvenida, Don Felipe y Doña Letizia se trasladaron al Palacio de La Zarzuela junto al Presidente de Italia y su hija. Allí, el Rey volvió a reunirse con Mattarella, y al finalizarlo, se unieron a la Reina y a la Primera Dama, que ejerce como tal debido a la muerte de su madre, para un almuerzo. Tiara rusa, collar de chatones y 'La Peregrina'
El plato fuerte llegó por la noche. Don Felipe y Doña Letizia volvieron al Palacio Real acompañados de sus ilustres visitantes, a los que agasajaron con una cena de gala en su honor. Es una costumbre habitual en las Visitas de Estado, como lo es que la Reina abra el joyero real y se coloque algunas de las mejores piezas de una colección que se debe en gran medida a la Reina Victoria Eugenia, bisabuela del Rey Felipe.
Al ver aparecer a los Reyes en el Salón de Teniers, donde recibieron a los Mattarella, se pudo comprobar que Doña Letizia había tirado por lo alto para sus complementos. Lo más llamativo fue la tiara. Dos años y medio después de la última cena de gala como las de antes de la pandemia. La Reina escogió la tiara rusa, que se había puesto por primera vez en la Visita de Estado del Presidente de China en noviembre de 2018. Se trata de una joya cuyo diseño recuerda a los tocados rusos llamados kokoshnik y que es habitual en los joyeros de la realeza europea. En este caso fue creada para la Reina María Cristina, esposa de Alfonso XII y madre de Alfonso XIII. Acabó en manos de la Reina Sofía por el empeño del Rey Juan Carlos, y desde entonces forma parte del lote de joyas de las Reinas de España a pesar de que previamente fue llevada por la Condesa de Barcelona, la Infanta Pilar y Simoneta Gómez-Acebo.
Pero Doña Letizia no solo resplandeció por la tiara, sino que también ayudaron las restantes joyas. Se colocó al cuello el collar de chatones, que Doña Letizia usó por primera vez en la entronización de Naruhito de Japón en octubre de 2019, y que forma parte de las joyas de pasar por decisión de la Reina Victoria Eugenia. También llevó un broche para sostener la banda de la Orden del Mérito de la República Italiana que le había concedido el Presidente Mattarella. De este broche cuelga la perla llamada 'La Peregrina', una joya de la que no queda realmente claro si es la original o si la real fue la que Richard Burton compró a Liz Taylor. Todo apunta a que no, pero Victoria Eugenia quiso pensar que Alfonso XIII le había conseguido la auténtica. Sea como fuere, a Doña Letizia le gusta y por eso quiso llevarla. Y para terminar, un estupendo vestido de estreno, un traje negro muy favorecedor firmado por Armani para hacer un guiño a través de la moda a los visitantes.
Tras los saludos en el Salón del Trono, los Reyes y los Mattarella se colocaron en el comedor real en una larga mesa, como se hacía antes de la pandemia. Allí disfrutaron de una cena entre autoridades en la que nos faltaron los discursos. El Rey Felipe quiso tener un detalle con su visitante y ofreció unas palabras en italiano.