Cervantes puede respirar tranquilo. Por fin Don Quijote se ha encontrado con su amada, Dulcinea del Toboso. Y esta no es otra que la Reina Letizia, que ha estado junto al Rey de visita oficial en Castilla-La Mancha con motivo del IV centenario de la muerte del escritor Miguel de Cervantes.
Los Reyes se dieron un auténtico baño de multitudes en Villanueva de los Infantes, la primera de las paradas de esta visita, que se completaría en Tomelloso, y ya por la tarde en Talavera. Allí les esperaban multitud de vecinos que les brindaron su cariño, primero cuando saludaron desde el balcón del ayuntamiento, y más tarde cuando se acercaron a los vecinos de este pueblo manchego para repartir saludos, agradecimientos y algún que otro autógrafo.
Además, una vecina no quiso perder la oportunidad de que Doña Letizia le firmara un especial de la boda de los por entonces Príncipes de Asturias. La señora lo guardaba en casa desde 2004, y aprovechó el paso de Doña Letizia para que se lo firmara. La Reina aceptó y estuvo viendo el álbum con la ciudadana.
Durante este baño de masas, se pudo ver una de las imágenes más anecdóticas del día, ya que la Reina se encontró con la pareja más famosa de la literatura española, la formada por Don Quijote y Sancho Panza. Se trataba de dos vecinos de Villanueva de los Infantes, que se caracterizaron como estos dos personajes para recibir a los Reyes.
Más tarde tocó parar en Tomelloso. Concretamente, visitaron la Cooperativa Virgen de las Viñas. Allí, Doña Letizia, al igual que Don Felipe y el resto de la comitiva, se puso una bata para proteger su ropa. Esta ropa, por cierto, era de total estreno.
El percance de la Reina Letizia
Su look estaba compuesto por pantalones tobilleros en color crudo de Massimo Dutti, una firma que se ha hecho más que habitual en su armario, valorados en 60 euros. Los combinó con un jersey fino en color rosa palo y una chaqueta de la firma Uterqüe, también de estreno. Remató el look con unos altísimos zapatos en tono nude de Magrit, que ya estrenó en abril, cartera también de Uterqüe y unos pendientes de la colección Atelier de casi mil euros, realizados en oro amarillo de 18 quilates, esmeraldas, rubíes y piedra de luna.
La última parada de su visita fue Talavera de la Reina, donde visitaron el Observatorio de la Especificidad, una entidad de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Castilla-La Mancha especializada en investigación social, formación y fomento de la inserción laboral de personas con discapacidad. En esta localidad toledana, Doña Letizia sufrió un pequeño percance con el tacón de su zapato nude de Magrit, que se le enganchó en el suelo. Afortunadamente, todo quedó en una anécdota y la Reina pudo finalizar su viaje por tierras manchegas.