Jamal Khashoggi fue asesinado octubre de 2018 por las autoridades de Arabia Saudí. Como periodista, resultó ser un objetivo de lo que Mohamed bin Salman desarrolló como una " campaña secreta para silenciar a los disidentes ", según reveló este lunes The New York Times. Se trata de una maquinaria oculta que el heredero planeó para acabar con sus opositores. Los testimonios de funcionarios estadounidenses que han tenido acceso a información de los servicios secretos saudíes, afirman que se produjeron seguimientos, secuestros, detenciones y torturas de civiles de Arabia Saudí.
Algunas de estas operaciones clandestinas fueron llevadas a cabo por los mismos integrantes del grupo que presuntamente asesinó de forma brutal al periodista. De acuerdo a lo publicado por el Times, a esta operación se añadieron una decena más. Un escuadrón de la muerte al que los funcionarios estadounidenses se refieren como " Grupo de Intervención Rápida Saudí ". Casualmente, esta agrupación empezó a operar en 2017, año en el que el rey Salmán nombró a su hijo Mohamed bin Salman como heredero al trono.
Se confirma así lo que hace unos meses la CIA, Agencia Central de Inteligencia estadounidense, sospechaba: el Príncipe de Arabia Saudí está detrás del asesinato de Khashoggi. "La posición aceptada es que no hay forma de que esto suceda sin que él lo sepa o esté involucrado", decía un funcionario estadounidense.
El Príncipe con más poder del reino
Al convertirse en heredero del reino saudí, el Príncipe Mohamed nombró como asesor de confianza a Saud al Qahtani. Según The Times, este asesor se encontraba al frente del Grupo de Intervención y dirigió el asesinato de Khashoggi por Skype. Sin embargo, las autoridades de Arabia Saudí niegan que el heredero tuviera nada que ver con este asesinato.
Pero las misiones de este Grupo no fueron pocas, consistían en repatriar forzosamente a saudíes desde otros países árabes, así como arrestar y maltratar detenidos en los palacios de los Salman. Desde 2015 se publican noticias de estos abusos y violaciones de derechos humanos. Según indicó en este año el diario The Intercept, tres nobles desaparecieron tras ser críticos con el Gobierno. Dos años después, se conocía que la activista Luyan Hasul era arrestada en Emiratos Árabes Unidos y enviada a la fuerza a su país de origen, donde se enfrenta a un juicio. Así mismo, los informes recientes de The Times mencionan el caso de una blogger saudí, Eman al Nafjan, que fue arrestada y sometida a tortura psicológica, después trató de suicidarse. Como Eman también se han revelado casos de otras mujeres interrogadas y torturadas.
Las familias de las activistas detenidas quieren Justicia y no permitirán que las víctimas sean olvidadas. Algo que está ocurriendo desde que el presidente de Estados Unidos Donald Trump dio carpetazo al caso Khashoggi. El foco publico se ha alejado del suceso y de los abusos de poder por parte del Príncipe Mohamed. El director de Comunicaciones de Ankara, Fahrettin Altun, se mostró "profundamente preocupado por las objeciones de Bandar bin Mohamed Al Aiban, director del comité de Derechos Humanos saudí, a una investigación sobre el asesinato de Khashoggi".