Durante su breve estancia en Madrid por el 60 cumpleaños de la Infanta Elena se quedó unas horas en casa de unos buenos amigos.
El Rey Juan Carlos abandonó temporalmente su exilio en Abu Dabi para un viaje relámpago a España, el séptimo desde que dejó de residir en el Palacio de La Zarzuela en agosto de 2020. El motivo fue la celebración del 60 cumpleaños de la Infanta Elena, que el 20 de diciembre de 2023 organizó un almuerzo en un restaurante de Madrid al que invitó a toda su familia.
Para el Rey Emérito, cualquier excusa es buena para regresar a España, y más si su querida hija celebraba su cumpleaños. Así, aterrizó ese mismo día en Madrid procedente de Ginebra, de donde llegó con la Infanta Cristina a bordo de un avión privado de VistaJet, empresa propiedad de Thomas Flohr, suegro de su sobrino Philippos de Grecia.Juan Carlos de Borbón había aterrizado en territorio español a las 11:30 horas del 20 de diciembre de 2023. El almuerzo era pasadas las 14:00 horas, por lo que tenía tiempo antes de la comida para realizar otros planes. El Rey Juan Carlos no fue a La Zarzuela, donde sí habría ido la Infanta Cristina, que apareció en el almuerzo con la Reina Sofía, sino que aprovechó para ver a unos amigos.
Amigos de las regatas
Como señala LOOK, a las 12:00 horas dejó el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas y se marchó a casa de sus amigos Mauricio Sánchez-Bella y Alicia Freire, que residen cerca del restaurante Pabú de Madrid en el que se organizó la comida familiar. Con ellos estuvo hasta que fue la hora de irse a comer. Tras el almuerzo, donde se lo pasó muy bien en familia, se marchó al aeropuerto nuevamente sin pasar por el Palacio de La Zarzuela.
Mauricio Sánchez-Bella y Alicia Freire forman parte del grupo de amigos de Sanxenxo del Rey Emérito, que ha construido un grupo de fieles amigos relacionados con las regatas en el que destaca sobre todo Pedro Campos, que es el que lo aloja en su casa. Sin embargo, el Rey Juan Carlos tiene mucho que agradecer a Sánchez-Bella, que fue el que compró y restauró un barco que era perfecto para que el padre de Felipe VI, con problemas de movilidad, pudiera participar en las regatas. Además, Alicia Freire es la propietaria del Titia, el barco en el que regatea en ocasiones la Infanta Elena.