Los Reyes Felipe y Letizia han estado volcados con todos los afectados por la DANA de la Comunidad Valenciana, que también afectó a zonas de Albacete. Es cierto que siempre reciben muchas críticas por las cosas que hacen o las que no hacen pero, en este caso, decidieron que debían ir a dos de las zonas afectadas tan solo cinco días después de que esto sucediera.
Los Reyes estuvieron en la localidad de Paiporta, una de las más afectadas por la DANA y donde más muertos se han producido y, sin embargo, la visita no fue como se esperaba. Rápidamente, la población que se agolpaba a su alrededor empezó a increparles, a lanzar improperios y, lo que es peor, a lanzar barro contra ellos. En un primer momento les protegieron con paraguas pero el Rey Felipe decidió pedir que lo bajaran y dirigirse al pueblo intentando calmar los ánimos.
La situación fue muy tensa de principio a fin, se vieron rodeados por muchas personas afectadas por la DANA, que lo habían perdido todo y que consideraban que no estaban siendo tratado justamente. Los Reyes no se fueron, aguantaron entre la muchedumbre, y su equipo de seguridad se las vio y se las deseó para que no sufrieran ningún tipo de lesión durante esa intensa y complicada visita.
Así lo vivieron ellos
De hecho, uno de los hombres que forma parte del equipo de seguridad de la Reina Letizia sufrió uno de esos ataques por parte de alguien y concluyó la visita con una brecha en la frente. Algunos de los vecinos más calmados le ofrecían agua para que se pudiera limpiar la herida. Ahora, Monarquía Confidencial ha tenido acceso por fuentes cercanas al Palacio de la Zarzuela a las sensaciones que vivieron los escoltas en ese momento de tensión.
"La primera vez lo pasamos francamente mal, fue una situación difícil de controlar y gestionar. Por eso, esta vez no podíamos permitirnos fallos", dicen sobre la situación vivida en Paiporta. Lo cierto es que esto no se ha vuelto a producir, pues han retomado su visita días después en Chiva, donde cancelaron su visita en aquel momento, siguiendo con Utiel y Letur, sitios en los que han sido aclamados y donde los han recibido con abrazos y palabras de cariño.