Galería: Juicio por el Caso Nóos
La realeza no escapa del escándalo, de hecho, sus actuaciones se miden con lupa y se analizan más minuciosamente debido a su posición y a los privilegios que esta les otorga a cuenta de los contribuyentes de sus respectivos países. Las Cortes Europeas son proclives a ofrecer titulares que les abochornan o que les dejan en mal lugar, si bien es cierto que numerosos miembros del Gotha no hay dado nunca ni un escándalo.
Una relación sorpresa y un conflicto con los York
La Familia Real Británica es prolífica en dar de qué hablar desde Eduardo VIII, el Rey que abdicó para irse con la divorciada Wallis Simpson, pasando por la Princesa Margarita o los escándalos protagonizados por el Príncipe Carlos, Lady Di y Camilla Parker. En 2016, la Reina Isabel no ha tenido tantos quebraderos de cabeza, si bien es cierto que ha visto cómo sus secretos se exponían al público con la emisión de la primera temporada de la serie 'The Crown' de Netflix. Protagonizada por Claire Foy en el papel de la Monarca, comenzó en la víspera de la boda de Isabel II y el Príncipe Felipe, y finalizó a mediados de la década de los 50.
Más allá de verse retratada en televisión, la Familia Real se ha visto expuesta con motivo de la relación entre el Príncipe Harry y Meghan Markle, una actriz norteamericana divorciada con la que lleva unos meses de romance. Debido al acoso mediático al que estaba siendo sometida la intérprete de la serie 'Suits', Enrique de Gales emitió un comunicado para confirmar que estaban juntos. Quizás no sea la persona más adecuada para ser duquesa real al estar divorciada y ser actriz, pero parece que es ella el verdadero amor del Príncipe Harry.
El otro escándalo de los Mountbatten-Windsor viene de la mano del Duque de York y sus hijas, la Princesa Beatriz y la Princesa Eugenia. La primera rompió con su novio Dave Clark tras 10 años de amor, mientras que la segunda fue criticada por desvelar en una entrevista los lugares que frecuenta, lo que podría convertirle en un objetivo terrorista vulnerable.
Por si fuera poco, se ha especulado con que el Príncipe Andrés habría pedido para sus hijas más responsabilidades oficiales y títulos para sus futuros esposos para que así su descendencia no sea plebeya. El Príncipe de Gales se habría negado a todo, con el consiguiente enfado del Duque de York. Harto de habladurías, este último emitió un comunicado para desmentir todo lo publicado.
Un divorcio y una irregularidad
En agosto de 2016, la Casa Real Noruega ofreció una noticia sorpresa que se veía venir desde hacía tiempo: Tras 14 años casados, Marta Luisa de Noruega y Ari Behn se separaban. En un extenso comunicado en el que mostraban sus sentimientos, la hija del Rey y su marido se lamentaban por no haber podido salvar su matrimonio: "Es horrible ver que no hay nada más que hacer, que hemos probado de todo durante mucho tiempo. Que aún así no podamos encontrar los puntos en común como antes, lo que hace imposible seguir juntos".
La pareja terminó en buenos términos, y mientras ella se quedó con sus 3 hijas en su casa de Lommedalen, él se mudó a 5 kilómetros para seguir cerca de su familia. Desde entonces mantienen una relación correcta y cordial que sin embargo no va a llevar a una reconciliación.
En peor situación a nivel público se ha visto Haakon de Noruega, que tuvo que pedir perdón a la ciudadanía al descubrirse que había alquilado durante años cinco viviendas de forma ilegal. Estas residencias se hallan en recinto del palacio de Skaugum en el que viven el Príncipe Heredero, su mujer y sus hijos. En 2007, Haakon de Noruega reformó las viviendas situadas junto al palacio para alquilarlas, algo a lo que tenía derecho. Lo que hizo mal fue que no pidió los permisos necesarios, saltándose a la torera la ley noruega de planificación y construcción. "No tenía derecho a hacerlo y es mi responsabilidad", confesó arrepentido el Heredero.
Un juicio, un compi yogui y un adolescente fiestero
Hace casi 10 años que la Familia Real Española va de escándalo en escándalo. Roto ya para siempre el pacto tácito de la Monarquía por el cual los medios de comunicación se autocensuraban en asuntos relacionados con la Corona, cada año los Borbón copan titulares por sus andanzas más comentadas, esas que a buen seguro preferirían que fueran silenciadas.
El escándalo de todos los escándalos es el Caso Urdangarín, que lleva 5 años removiendo los cimientos de la Jefatura del Estado. En 2016 comenzó el juicio que sentó en el banquillo de los acusados a la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín, aunque cada uno con suerte desigual. El 11 de enero de 2016 fue la primera de las sesiones en la Escuela Balear de Administración Pública de Palma de Mallorca, ubicada en el polígono de Son Rossinyol.
La pareja tuvo que acudir hasta que su presencia dejó de ser requerida. Las declaraciones de Urdangarín fueron muy seguidas, pero nada que ver con las palabras de la Infanta Cristina, que solo contestó a su abogado y se desvinculó en todo momento de Aizoon. Además de ver y escuchar a toda una Infanta de España declarar ante la Justicia como acusada, fue también comentado el papel de Virginia López Negrete, abogada de Manos Limpias que representaba la acusación popular, que leyó sus eternas preguntas una tras otra mientras Cristina de Borbón se mantenía impertérrita. El juicio está visto para sentencia, que llegará a principios de primavera de 2017.
La Reina Letizia ha intentado desvincularse de todos los escándalos que han asolado a la Casa Real en los últimos años, sin embargo, ella misma se vio afectada por uno muy grave que afectó a su imagen. El escándalo vino por la filtración de unos mensajes intercambiados en iMessage entre los Reyes de España y su íntimo amigo Javier López Madrid después de que esta persona se viera implicada en el escándalo de las tarjetas black. López Madrid fue imputado en esta causa, aunque cuando se enviaron estos mensajes (octubre de 2014), la Justicia todavía no se había dirigido a él.
El Diario publicó los mensajes entre los Reyes y el yerno de Juan Miguel Villar Mir. En ese chat, una mujer a la que López Madrid tiene registrada como Ltzia envió este comentario: " Te escribí cuando salió el artículo de lo de las tarjetas en la mierda de LOC y ya sabes lo que pienso Javier. Sabemos quién eres, sabes quiénes somos. Nos conocemos, nos queremos, nos respetamos. Lo demás, merde. Un beso compi yogui (miss you!!!) ".
"Os lo agradezco mucho. En el futuro extremaré el cuidado, vivimos en un país muy difícil y sere aún más consciente de mi conducta", respondió Javier López Madrid. Por su parte, 'PF PT', (Príncipe Felipe, Particular') señaló: "¡Y tanto! Me uno al chat, pero prefiero tener un rato para charlar sin intermediación electrónica ni telefónica. Comemos mañana? Abrazo". López Madrid respondió: " No puedo señor, estoy en san Francisco. Vuelvo el domingo, pero si es necesario regreso antes". Felipe VI respondió: "Ahí va! Pues claro que no, hombre. Era por charlar con tranquilidad. Ya cuando vuelvas hablamos. Un abrazo y disfruta algo lejos de este barullo". Este intercambio de mensajes dejó en mal lugar a la Reina Letizia, que sin embargo se negó a pedir perdón por considerar que era una conversación privada y que su intimidad había sido violada. Prefirió dejar que el tiempo lo diluyera todo.
Finalmente no podía faltar Froilán. El hijo de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar, sobrino mayor del Rey, primer nieto de Juan Carlos I y cuarto en la línea de sucesión al Trono, es un experto en liarla. Este verano se le esperaba como agua de mayo por dos motivos. Por un lado, regresaba a España tras un curso en un internado en Estados Unidos; por otro, el 17 de julio cumplía 18 años y se convertía en mayor de edad. Ni qué decir tiene que nada más poner un pie en España, el aristócrata se dio a la fiesta, a los toros y a los viajes por territorio nacional, mientras la prensa se dedicó a publicar sus andanzas con mayor o menor exactitud.
El culmen de su verano fue la entrevista que concedió a 'Espejo Público' para hablar de tauromaquia. El programa la cebó mucho y al final no fue para tanto en contenido, si bien es cierto que era especialmente relevante por ser la primera que concedía, y viendo el cabreo que tuvo Marichalar, seguro que será la última. En estas palabras habló de tauromaquia y poco más. Cuando volvió a Estados Unidos, seguro que en Casa Real respiraron tranquilos.