Ese es precisamente el primer error del traslado familiar. La Princesa Leonor nació el 20 de febrero de 2014 en Nueva York, donde residía la pareja real por aquel entonces. Lo conveniente hubiera sido que la Duquesa de Hälsingland y Gästrikland hubiera dado a luz en Suecia, pero eso ya es otra historia. Pese a residir allí, Magdalena de Suecia quiso que su hija llevara títulos, lo que le obliga a que la niña sea criada en la religión luterana, que no hay ningún problema, y que sea escolarizada a los 6 años en Suecia. Ya lo dijo Svante Lindqvist, Mariscal del Reinom, cuando nació la Princesa Leonor, que para optar a la sucesión debe ser sueca, hablar sueco y ser escolarizada en Suecia.
Y fue pasando el tiempo. El 9 de marzo de 2018 nació la hija menor de Magdalena de Suecia y Chris O'Neill, que como sus hermanos mayores recibió del Rey tratamiento de Alteza Real, dignidad de Princesa de Suecia y un Ducado. Y luego la sorpresa al saber con el comienzo de agosto que la familia dejaba Londres, y no para irse a Suecia, sino para establecerse en Florida, donde Chris O'Neill tiene una propiedad que no consigue vender ni bajando el precio.
Volverán las críticas
Esto plantea un conflicto, ya que la mudanza es indefinida, sin embargo, Casa Real insiste en que llegado 2020, año en el que la Princesa Leonor cumplirá 6 años, será escolarizada en Suecia. Si Magdalena pidió títulos para sus hijos pese a que sabía lo que conllevaban, debe acarrear con las consecuencias. Además, aunque se marchan allí por el bien de los negocios de Chris O'Neill, el financiero podría llevarlos desde Estocolmo y viajar cuando sea necesario.
Otro error también es alejar a Magdalena de Suecia de su país, del Estado al que representa como miembro de la Familia Real. Si bien es cierto que cobra en función de sus tareas oficiales y que desde que salió de Suecia para instalarse en Nueva York se volcó en la World Childhood Foundation, ha recibido innumerables críticas por dejación de funciones. Tampoco se veía bien que residiera lejos de Suecia, aunque al estar en Reino Unido la polémica se relajó. Ahora, quedarse en Florida lleva a que las críticas arrecien, ya que está lejos de casa y no podrá representar tanto a la Corona. Quizás en este tiempo consigan vender la casa y así poder instalarse en Estocolmo sin el lastre que les supone esa vivienda, y de paso con la cuenta corriente aún más llena.