Kate Middleton tuvo que someterse a una operación abdominal planificada el 16 de enero de 2024 de la que se informó cuando ya había tenido lugar. Tuvo que ser algo serio porque en el comunicado emitido por Kensington Palace se anunciaba que estaría entre 10 y 14 días en el hospital, a lo que seguiría una baja hasta después de Semana Santa, es decir, al menos hasta principios de abril de 2024.
Tanta especulación hay, que el drama ha pasado a comedia y en X (antes Twitter), se han ido popularizando memes sobre el paradero de Kate Middleton, a la que sitúan en la lamentable exposición inmersiva de Willy Wonka en Glasgow, entre otros chistes. Evidentemente, la Princesa de Gales se encuentra en Adelaide Cottage, su residencia en Windsor, o como mucho ha podido estar en Anmer Hall, su casa de campo en Norfolk, o en casa de sus padres, en Berkshire.
Evidentemente la Princesa de Gales tiene derecho a su intimidad y a mantener ciertas informaciones alejadas del foco público, pero tan poca transparencia y tanta ausencia están resultando un error. A su causa no ayuda tampoco las decisiones tomadas por Carlos III, que fue muy transparente con su operación de próstata, ha revelado que tiene cáncer, aunque no ha especificado dónde, y se ha dejado ver y fotografiar en varias ocasiones. Cierto es que quizás se encuentre mejor que su nuera, pese al tratamiento contra el cáncer, y que no es lo mismo el Jefe del Estado que la esposa del Príncipe Heredero. De todos modos, un poco más de información ayudaría a acabar con tantos rumores, y tampoco hay que olvidar que la Princesa de Gales es la futura Reina consorte, y su papel es muy destacado.
Una cancelación relevante y mal explicada
Mientras tanto, el Príncipe Guillermo no lo está haciendo mucho mejor. Cierto es que lo está pasando mal por la enfermedad de su mujer y se ha centrado en ella y en el cuidado de sus hijos, que son pequeños y le necesitan. Que su padre tenga cáncer, mientras la relación con su hermano sigue siendo inexistente, le genera desasosiego, sobre todo con respecto a la salud de Carlos III. Pero tampoco hay que olvidar que tienen mucha ayuda, algo a lo que no puede acceder todo el mundo. Ha seguido además con su agenda, aunque de manera más reducida, y ha optado por menos actos, pero de más impacto, en línea con la idea que tiene para su reinado, cuando llegue el momento.
Pero el Príncipe de Gales se ha equivocado. Pese al paso atrás de Carlos III, se entiende que su heredero no haya dado uno adelante y compagine su vida familiar con la institucional sin priorizar el servicio a la Corona con Kate Middleton en proceso de recuperación. Pero ha cometido errores, al menos con respecto al homenaje al Rey Constantino de Grecia, que tuvo lugar en la Capilla de St George de Windsor Castle en la mañana del martes 27 de febrero de 2024.
El servicio religioso en recuerdo al último Rey de los Helenos fue multitudinario y contó con una gran presencia de royals, sobre todo de la Familia Real Británica. El Príncipe de Gales, sobrino tercero y ahijado de Constantino de Grecia, no podía faltar. De hecho, iba a realizar una de las lecturas, lo que apareció reflejado en el programa del servicio religioso divulgado por la Familia Real Griega. Sin embargo, el Príncipe Guillermo no acudió.
Poco antes de la misa se anunció que se retiraba del acto por "motivos personales". Fue una cancelación de última hora que comunicó a la Familia Real Griega por teléfono, excusándose por no poder ir al homenaje a su padrino, a cuyo funeral, celebrado el 16 de enero de 2023 en Atenas, tampoco acudió. En su lugar, su lectura fue realizada por Pablo de Grecia, hijo del homenajeado y jefe de la Casa Real Griega desde la muerte de su padre.
Una vez más, volvían las especulaciones. ¿Qué asunto personal podía llevar a una cancelación a última hora en un acto en el que además tenía un papel destacado? Retirarse antes de los compromisos no es algo propio de la realeza. Se hizo con la Reina Isabel II en la etapa final de su vida, cuando ya estaba enferma, pero no con un miembro de la Familia Real Británica joven como es el Príncipe de Gales.
Por supuesto tiene derecho a cancelar, y ha podido encontrarse mal, o haber tenido que ocuparse de un asunto familiar, pero se trataba de una misa a dos pasos de su casa y en recuerdo a una persona que fue muy importante en su vida. No tenía ni que quedarse a la recepción posterior. Por todo ello, y teniendo en cuenta que las habladurías no descansan con lo que respecta a la salud de Kate Middleton, la gente se puso ya en lo peor. Tanto es así que Kensington Palace tuvo que declarar que la Princesa de Gales estaba bien.
¿Por qué cancelaba entonces? Tampoco fue por la repentina muerte de Thomas Kingston, marido de su querida prima Lady Gabriella Windsor, como se especificó. En ese sentido, los suegros del fallecido, los Príncipes de Kent, antepusieron el deber y acudieron al homenaje en memoria de su primo segundo Constantino de Grecia. Un poco de claridad y transparencia no vendría nada mal al Príncipe Guillermo y Kate Middleton, con los que, por otro lado, suele haber mucha comprensión.