El problema es que de acuerdo con 'Royals at war', libro de Dylan Howard y Andy Tillet, se enteraron en la boda de la Princesa Eugenia y Jack Brooksbank, un día en el que los protagonistas tenían que ser los novios. La Duquesa de Sussex estaba tan emocionada que aprovechando la presencia de toda la Familia Real Británica contó que estaba embarazada, una gran noticia que no debía haberse dado en la boda de la hija del Duque de York.
El enfado también podría haberse dado porque la Princesa Eugenia de York y Jack Brooksbank ya tuviera que modificar sus planes nupciales teniendo en cuenta las agendas de los miembros de la Casa Real Británica y también debido a la boda del Príncipe Harry y Meghan Markle, que tuvo lugar el 19 de mayo de 2018. Por otro lado, que Sarah Ferguson publicara tuits sobre la boda y los novios cuando Kensington Palace daba la noticia del embarazo de Meghan Markle llevó a pensar que era su particular venganza contra la pareja, o más concretamente contra la Duquesa de Sussex.
De todos modos, otras fuentes habían comentado a Harpers Bazaar en su momento que esto no ocurrió así y que al menos la Reina Isabel, el Duque de Edimburgo, el Príncipe Carlos, Camilla Parker, la Princesa Eugenia y Jack Brooksbank sí sabían que los Duques de Sussex esperaban un hijo, pero no se habían visto hasta el día de la boda, por lo que fue ahí cuando pudieron darle la enhorabuena personalmente. Además, el anuncio se hizo tres días más tarde porque el viaje oficial de los Duques de Sussex a Oceanía iba a hacer evidente que Meghan Markle estaba embarazada.