La Familia Real Holandesa lo ha vuelto a hacer. Si después de una serie de errores cometidos durante la pandemia que provocaron una bajada en la popularidad de los Reyes Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda acabaron disculpándose públicamente, no parece que hayan aprendido que cualquier desliz puede provocar un escándalo que debilite la Monarquía neerlandesa.
Esta vez ha sido por los 18 años de Amalia de Holanda. La Princesa de Orange celebró su mayoría de edad con la publicación de una reveladora biografía en la que participó, un posado en el Palacio de Huis ten Bosch, una ceremonia de presentación en el Consejo de Estado que incluyó un discurso, el primero que dio en su vida, así como una rueda de prensa en la que fue la única protagonista.
El Rey de Holanda reconoce el error
Eso fue lo oficial y todo salió bien. Luego llegó lo extraoficial, y eso no ha salido tan bien, no al menos de cara a la galería. El sábado 11 de diciembre de 2021 tuvo lugar una festa de cumpleaños en honor a la Princesa de Orange que se celebró en los jardines que hay detrás del Palacio Huis ten Bosch, residencia oficial de los Reyes Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda. De Telegraaf habla de unos 100 invitados que habría acudido a este evento.
Ante las preguntas del citado medio, hubo ciertas aclaraciones. El Servicio de Información del Gobierno (RVD) señaló que la fiesta se organizó en el último momento y que lo que se había planeado anteriormente se canceló por la pandemia. Para justificar la fiesta dijeron que cumplir 18 era un momento muy importante en la vida de Amalia de Holanda, que acudieron 21 invitados, no 100, que todos los asistentes estaban vacunados y que se sometieron además a un test y mantuvieron la distancia. Además, estaban al aire libre.
Sin embargo, el problema no es ese, sino que la fiesta tuvo lugar en los terrenos palaciegos, por lo que se considera parte de una propiedad y debido a la situación de la pandemia en Países Bajos solo se permite que vayan 4 personas a otra casa. Por tanto, la Familia Real Neerlandesa no cumplió. Tras la polémica, el Rey Guillermo Alejandro hizo saber al Primer Ministro, Mark Rutte, que no fue una buena idea organizar una fiesta.