El Príncipe Ernesto de Hannover ha retirado, con truco, la demanda contra su hijo por el control de los bienes familiares.
El juicio entre Ernesto de Hannover y su hijo mayor dio un giro inesperado cuando una portavoz del Tribunal Regional de Hannover anunció que el Príncipe de Hannover había retirado la demanda que había iniciado contra su hijo tiempo atrás. Sin embargo, el proceso judicial sigue en pie, la denuncia estará ahora en manos de la compañía EAH Betreibungs GmbH de Salzburgo, una empresa de cobro de deudas.
La empresa austriaca ya estaba dentro del proceso como segundo demandante, con el objetivo de poder obtener parte de los beneficios en caso de que el Príncipe Ernesto saliera vencedor en el litigio. Con la retirada de la denuncia por su parte, el jefe de la dinastía principesca evita pagar los costes del proceso judicial, una suma que asciende a 600.000 euros, cantidad de la que se tendrá que hacer cargo la empresa austriaca y que es ahora la demandante.La razón de la demanda, y de los problemas familiares, comenzó en 2017, cuando Ernesto Augusto hijo se casó con la diseñadora rusa Ekaterina Malysheva, matrimonio con el que su padre no estaba de acuerdo. Este motivo llevó a un distanciamiento en la relación entre padre e hijo, aumentando el enfrentamiento entre ambos. Poco después, en 2018, el heredero tomó la decisión de ceder el castillo de Marienburg al estado de Baja Sajonia, debido a los elevados costes que suponía su restauración, unos 27 millones de euros, propiedad que Ernesto de Hannover había cedido a su hijo.
Como consecuencia, Ernesto de Hannover demandó a su hijo, reclamándole no solo el castillo de Marienburg, sino también otras propiedades que le había dejado como herencia en vida entre 2004 y 2007. Así, el Príncipe sostenía que su hijo había traicionado el legado familiar al querer vender la propiedad que su padre le había dejado en herencia, y que, además, había estado beneficiándose de la fortuna familiar.Un giro en el largo conflicto familiar
Ahora parece que el Príncipe Ernesto no tomará parte en el proceso judicial que los envuelve, sino que será la empresa austriaca. Como recompensa al gran gasto de los costes, en caso de victoria, la empresa obtendría los bienes reclamados en un comienzo. El juicio iba a suponer un final en el conflicto familiar, sin embargo, con la retirada de Ernesto de Hannover, el proceso podría alargarse.