La mala salud de Ernesto de Hannover
La pancreatitis es una vieja conocida para Ernesto de Hannover. En 2005, mientras Rainiero de Mónaco agonizaba, él terminó en coma, aunque logró reponerse. Hizo propósito de enmienda y reconoció que iba a intentar beber menos y llevar una vida más tranquila, pero la cabra tira al monte, y en 2011 volvió al hospital por la misma dolencia, esta vez en Ibiza.
Los años fueron pasando, y aunque ha intentado moderarse, sus problemas de alcoholismo no han finalizado. Su salud tampoco se ha restablecido totalmente y siempre ha estado delicado, de hecho, el pasado marzo fue ingresado en Lima tras la boda de su hijo Christian de Hannover y Sassa de Osma. En aquel momento se habló de una intoxicación alimentaria. Ahora, el asunto es más grave.