Una vez más ha protagonizado un altercado muy cerca de su finca, pero esta vez ha sido él el que ha ido hasta la comisaria.
El Príncipe Ernesto de Hannover ha protagonizado un nuevo escándalo pocos días después de que tuviera un altercado con la Policía por el que terminó siendo ingresado en un psiquiátrico. Todo ocurrió cuando intentó atacar a dos agentes que se habían acercado hasta su finca, después de que él mismo realizara una llamada de emergencia diciendo que habían intentado matarle.
Y ahora se ha presentado en la comisaría de Policía de Scharnstein, muy cerca de la finca en la que vive. Allí ha llegado en taxi con un bate de béisbol guardado en una bolsa. y lo que quería era golpear a los agentes que días antes le habían detenido y que le habían atacado. Como dichos agentes no estaban de servicio, lo único que pudo hacer fue insultar a los guardias que estaban en la puerta, obviando sus palabras y dando por hecho que no estaba en plenas facultades mentales. Pese a que no pudo golpear a nadie, sí fue grabado por los agentes que se encontraban allí y dichas imágenes han sido añadidas a un archivo de investigación puesto que no para de protagonizar momentos bastante bochornosos. Por otro lado, en dicho informe también se han incluido varios registros de llamadas telefónicas y es que ha llamado en repetidas ocasiones al número de emergencias desde que fue detenido y trasladado a un hospital psiquiátrico del que poco después pudo salir.
El Príncipe Ernesto tiene un fin y es mostrar su descontento con la detención, sin embargo, parece que no tiene todas consigo. Su versión dista mucho de la de los agentes y parece que la Policía tiene mucha más razón que él, quedando en un mal lugar. Una buena noticia entre tanto altercado
Lejos de esta mala noticia vinculada a la salud mental de Ernesto de Hannover, Christian de Hannover, su hijo, se ha convertido en padre junto a Sassa de Osma de mellizos, a quienes han llamado Sofía y Nicolás. Fue el 6 de julio de 2020 cuando vinieron al mundo en Madrid y ya han podido ser dados de alta después de pasar dos semanas ingresados.