El Príncipe de Hannover sigue sumando a su lista de escándalos con una detención al haber sido denunciado por dos personas que trabajaban para él.
Ernesto de Hannover sigue atesorando escándalos. El Príncipe de Hannover ha sido detenido por amenazas, daños materiales y coacción. Así lo asegura Kronen Zeitung, que señala que fue arrestado por la Policía en su cabaña de montaña en Grünau im Almtal, Austria, el lunes 7 de septiembre de 2020.
La Policía rodeó el recinto en el que se aloja Ernesto de Hannover después de que se hubiera emitido una orden de arresto contra él tras la denuncia de un matrimonio que trabaja para el príncipe alemán, que le acusa de coacción y amenazas. Al parecer, les dijo que si no se acercaban sigilosamente les enviaría una banda de matones, lo que provocó que estas personas presentaran una denuncia. Además de eso, el Príncipe Ernesto habría arrancado una señal de tráfico y roto una ventana. Esta detención se une al triste historial delictivo acumulado por Ernesto de Hannover en menos de dos meses. En julio de 2020 intentó atacar a unos agentes que se habían acercado hasta su cabaña. Estos agentes se habían personado en la zona después de que el royal alemán hubiera realizado una llamada de emergencia en la que denuncia que habían intentado matarle. Debido a su estado, fue ingresado en un centro psiquiátrico del que no tardó en salir.
Días más tarde se desplazó a la comisaría de Policía de Scharnstein con deseos de venganza. El Príncipe de Hannover habría tenido la intención de golpear a los agentes que le habían detenido. No logró su cometido, aunque sí hubo insultos.La guerra de los Hannover
Ernesto de Hannover ha vuelto a mostrar la gravedad de su estado. A todo ello se le une el alejamiento de su familia. Está separado desde 2009 de Carolina de Mónaco, de la que sin embargo no se ha divorciado, pudiendo beneficiarse así ella de su condición de Princesa de Hannover. Su trato no parece muy cercano precisamente con la hija que tuvo con la Princesa Carolina, Alexandra de Hannover, y aunque sí se lleva bien con su segundo hijo, Christian de Hannover, mantiene una guerra con el mayor, Ernesto Augusto de Hannover, tanto que incluso se niega a reconocer al hijo de este, su nieto, como sucesor de la dinastía.