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En medio de una crisis familiar en la dinastía de los Hannover, el Castillo de Marienburg acogía el 11 de mayo de 2019 el bautizo del segundo hijo de Ernesto Augusto de Hannover y su consorte Ekaterina Malysheva. Un niño que según la tradición debía llamarse Ernesto Augusto pero finalmente ha sido llamado Welf Augusto, debido a la decisión de su abuelo de no reconocerle como heredero legítimo. El Príncipe de Hannover fue el gran ausente en esta celebración, que contó con Olympia de Grecia y Julio Santo Domingo como padrinos del bautizado.
En la pila bautismal, el matrimonio junto con su hija mayor la Princesa Isabel, celebraron la ceremonia cristiana del benjamín, que nació el pasado 14 de marzo, en un castillo que ha sido el centro neurálgico de la disputa familiar. Considerado como enseña de la Casa Güelfa, Ernesto de Hannover Jr. decidió cederlo al gobierno alemán a cambio de un euro al no poder hacer frente a las costosas reparaciones. Esto enfadó a su padre, el Príncipe de Hannover, que anteriormente había criticado a su nuera Ekaterina Malysheva.
En medio de este trifulca se ofició el sacramento con dos padrinos excepcionales: La madrina e hija del Príncipe Pablo y Marie Chantall Miller, junto con el heredero colombiano y hermano de Tatiana Santo Domingo, lo que demuestra una vez más el fuerte vínculo entre los Hannover y los Casiraghi y allegados.
Olympia de Grecia publicaba en su perfil social una imagen con la madre de los dos niños, luciendo sus vestidos y dos ramos de rosas. Un evento en el que también hubo representación española, ya que el hermano de Ernesto Augusto, el Príncipe Christian, y su mujer Alessandra de Osma viajaron desde Madrid. Entre los invitados también estaban el empresario George Scott y su mujer Leah de Wavrin, que viven en Andalucía.
Bautizo en el Castillo de Marienburg
El banquete se celebró también en el castillo, en el mismo salón donde Ernerto Augusto y Ekaterina de Hannover dieron el banquete de su boda en el verano de 2017. Tras siete años de negociaciones, el edificio histórico ha sido cedido al Estado Federado de Baja Sajonia y las obras de su remodelación empezarán en 2020, llegando a costar 27 millones de euros. Según declaraba el heredero "no han sido decisiones fáciles y sencillas. Pero los tesoros artísticos tienen que estar asegurados de alguna forma".