"Con su decisión, Su Majestad la Reina quiere crear el marco para que los cuatro nietos puedan moldear sus propias vidas en mayor medida sin verse limitados por las especiales consideraciones y obligaciones que implica una afiliación formal a la Casa Real como institución. Los cuatro nietos mantienen su lugar en la sucesión", finalizó un comunicado que tuvo una enorme repercusión en Dinamarca, pero también fuera de las fronteras del país escandinavo.
Pronto se vio que la decisión fue un error. Para empezar, porque la parte afectada no se calló. Alexandra Manley, madre de Nicolás y Félix de Dinamarca, declaró que estaban molestos y conmocionados y que sus hijos no entendían por qué se les quitaba su identidad. El propio Nicolás de Dinamarca añadió que estaban tristes y conmocionados por la decisión y por lo rápido que había ido todo, manifestando que había sido en cuestión de días.
Más lejos fue el Príncipe Joaquín, que confesó que no era agradable ver cómo "sus hijos estaban siendo maltratados de esa manera". No se quedó ahí y concedió una entrevista junto a la Princesa Marie a BT en París en la que ambos expresaron su dolor y su malestar: "Es importante defender a nuestros hijos en este asunto. Hay dos asuntos graves. Por un lado es quitarle el nombre a unos niños. Es su identidad y punto, no se trata de sus títulos. Por otro lado, esto ha pasado tan rápido que no hemos tenido tiempo para prepararles para el cambio y las reacciones de la gente. Athena ya ha sido acosada en el colegio, así que no está siendo divertido", manifestó la Princesa Marie. El Príncipe Joaquín comentó que no había podido preparar ni defender a sus hijos, ante lo que la Princesa Marie señaló que se sentían impotentes. Ambos dejaron claro que a los dos hijos que tienen en común, que son pequeños, les ha costado asimilar por qué han perdido su nombre.
Antes de terminar su intervención, los Príncipes Joaquín y Marie señalaron que tras el anuncio no tuvieron noticias de la Reina Margarita y que su relación con el Príncipe Federico y la Princesa Mary es complicada, confirmando así un rumor que ha perseguido a la Familia Real Danesa durante mucho tiempo. También han expresado que quieren luchar para que sus hijos no pierden no solo su identidad, sino también el pasaporte diplomático. Sin embargo, la decisión está tomada y el conflicto servido.
La Casa Real Danesa señaló que sí hubo tiempo para preparar a los niños porque el Príncipe Joaquín lo sabía desde mayo. Él ha matizado que se le presentó un plan para cuando sus hijos tuvieran 25 años. En el momento del anuncio Nicolás de Dinamarca tenía 23, Félix de Dinamarca contaba con 20, Enrique de Dinamarca tenía 13, mientras que a Athena de Dinamarca la faltaban cuatro meses para los 11. Estaba claro que alguien mentía o no decía toda la verdad.
En el lado de Margarita de Dinamarca se posicionaron la Princesa Mary y la Princesa Benedicta. La Princesa Heredera señaló en público: "Puedo entender que es una decisión difícil de tomar y una decisión muy difícil de recibir y que duela, pero no quiere decir que no sea la decisión correcta". "También revisaremos los títulos de nuestros hijos cuando llegue el momento". Por su parte, Benedicta de Dinamarca mostró su respaldo a la Reina Margarita: "Creo que, por supuesto, es difícil para ellos al principio, eso está bastante claro, pero mi hermana toma decisiones sabias. También como Reina. Piensa en el futuro y no en el aquí y ahora, creo que eso es lo más importante.
Tan grande se hizo la polémica que Margarita de Dinamarca habló directamente del asunto: "Es una decisión que he considerado durante mucho tiempo y será buena para ellos en su futuro. Esa es la razón". Se le criticó que en otras apariciones públicas no quisiera decir nada, y más que permaneciera impasible ante el sufrimiento de su hijo, su nuera y la mitad de sus nietos. Finalmente tuvo que entender que debía hablar y no solo en privado, emitiendo un comunicado firmado por ella misma en el que se reafirmó en su decisión de privar a sus nietos de los títulos, pero lamentando haber subestimado el dolor de su familia y lamentando su sufrimiento.
Tensiones familiares que han quedado al descubierto
Con todo ello queda claro que la decisión ha sido un error, por muy buenas intenciones que tuviera la Reina Margarita para liberar a sus nietos de la carga que puede suponer tener un título. Se comunicó mal y sin contar con los afectados, como ha quedado demostrado. Además, la Reina Margarita no habló directamente con Joaquín y Marie de Dinamarca, algo que tenía que haber hecho para evitar sus declaraciones públicas, que han contribuido a poner a la Familia Real Danesa en el disparadero mediático. Hartos y enfadados, los agraviados han confirmado su tensa relación con la pareja heredera, mostrando que la Familia Real Danesa está partida en dos. Asimismo, el hecho de que se hayan producido tantas explicaciones y que ambas partes tengan tanto de lo que hablar pone de manifiesto que las cosas no se hicieron correctamente. Lo adecuado habría sido llevar todo el asunto en privado, con reuniones con Joaquín y Marie de Dinamarca de las que hubiera salido ciertos acuerdos. Parece que la improvisación marcó esta decisión, o si el bando 'perdedor' lo sabía todo, ha sabido también jugar bien sus cartas para que pareciera que no se les habían comunicado bien las cosas.
Otro error viene al despojar a los nietos de sus títulos y hacer que sean llamados con el título que Margarita de Dinamarca creó en Dinamarca para satisfacer a su difunto marido. Si bien el consorte se llamaba Henri de Laborde de Monpezat y su familia hacía uso del título de Condes de Monpezat, la que lo elevó a título legal en Dinamarca para uso de sus descendientes fue la Reina Margarita. No es que no sea para los nietos un orgullo ser Condes de Monpezat, pero es cierto que perder su dignidad principesca es perder su identidad. De hecho, Athena preguntó que por qué perdía su nombre. Cierto es que se seguirá llamando Athena, pero siempre ha sido la Princesa Athena de Dinamarca, identidad que pierde al igual que sus tres hermanos mayores. No tenían apellido porque la Familia Real Danesa no tiene, así que necesitan una nueva identidad y un nuevo pasaporte, que se entiende que será De Monpezat. Tampoco se ha especificado si realizarán apariciones públicas como las que realizaban, que eran solo de corte familiar en cumpleaños y poco más, ni tampoco sí pueden votar en elecciones. La Casa Real Danesa ha señalado que hay elementos que se deben aclarar, lo que demuestra que la decisión fue precipitada y parece responder a un deseo de Margarita II de hacerlo en su tiempo y no cuando reine su hijo Federico, algo que vino a decir en su comunicado.
Hubiera sido más sencillo que se les hubiera retirado el tratamiento de Su Alteza, que no Su Alteza Real, que nunca llevaron, y haber dejado claro que no pertenecerían a la Casa Real Danesa, que no recibirían ni una corona danesa del Estado y que podrían moldear sus propias carreras al margen de la Corona. De hecho, Nicolás y Félix de Dinamarca ya lo han estado haciendo. Si son Príncipes o no poco importa porque pueden ser acusados de lograr cosas en la vida por su conexión real, y sus escándalos, si llegan, van a afectar igualmente a la Corona por su parentesco cercano. Como ocurre en España con los colaterales, la Casa Real Danesa siempre puede decir que no forman parte de ella para desvincularse.
Hay que añadir que la dignidad principesca por sí misma no da derecho a una asignación. En las Casas Reales solo se cobra si se representa a la Corona, y los cuatro hijos de Joaquín de Dinamarca no lo han hecho y no se esperaba que lo hiciera. Sobre el adelgazamiento de la Casa Real para modernizarla, al estilo de otras cortes, también obtuvo respuesta de los Príncipes Joaquín y Marie: "Nos hubiera gustado tener tiempo para hablar de ello. No creo que sea moderno herir a los niños. Debe hacerse de manera adecuada. Se trata de niños y es un asunto muy importante".
Margarita de Dinamarca cometió un error al conceder títulos a los hijos de su benjamín si pensaba que podría ser negativo para ellos y para la Corona. Lo hizo en 1999, en 2002, en 2008 y en 2012, año de nacimiento de los cuatro vástagos de Joaquín de Dinamarca. Esos títulos eran más honoríficos que otra cosa y si la Reina lo deja claro, no significaba la pertenencia a la Casa Real Danesa, tener que proporcionarles escolta vitalicia u ofrecerles una asignación. Bastaba con informar que sus nietos eran príncipes de forma simbólica, que los títulos morirían con ellos y que no iban a tener más privilegio que tener el honor de ser Príncipes de Dinamarca. No hay que olvidar que no es lo mismo quitar que no haber dado, aunque el que te lo quita sea el mismo que el que te lo otorgó.
Así, este escándalo ha provocado que sea público el cisma en la Familia Real Danesa, con dos hermanos que nunca estuvieron especialmente unidos, con unas cuñadas que no han sintonizado y con una dinastía que se intentaba proteger y a la que su jefa ha colocado en una posición complicada por un asunto de títulos y de identidad. Si bien es lógico que las Casas Reales tengan muy pocos miembros, Margarita de Dinamarca, muchas veces acertada, no lo ha estado con un tema que ha dañado la imagen de la Monarquía. Eso sí, la Corona siempre gana, así que Margarita II es la que termina ganando, igual que Federico, igual que Christian y los que vendrán detrás de ellos.