Los Reyes Constantino y Ana María fueron padres de cinco hijos. Alexia (1965) y Pablo (1967) nacieron en Grecia. El 1969 vino al mundo Nicolás durante el exilio romano, mientras que Theodora (1983) y Felipe (1986) lo hicieron en Reino Unido, donde la Familia Real Griega se instaló de forma permanente arropados por sus parientes, la Reina Isabel y el Duque de Edimburgo, nacido Príncipe de Grecia y Dinamarca y tío segundo del Rey Constantino. Mientras tanto, en España, Doña Sofía se convirtió en Reina consorte el 22 de noviembre de 1975. Su país de adopción dejó atrás la dictadura y se convirtió en una democracia plena a partir de las Elecciones de 1977 y la promulgación de la Constitución de 1978. Los Reyes Juan Carlos y Sofía fueron padres de tres hijos, la Infanta Elena (1963), la Infanta Cristina (1965) y Don Felipe (1968). La Monarquía disfrutaba de popularidad, España prosperaba y la Familia Real parecía ser feliz. Mientras tanto, la Griega lo era en lo personal, aunque con la amargura del exilio y la Corona que se perdió.
La Reina Sofía mira con envidia cómo el matrimonio de su hermano es ejemplar. Los Reyes Constantino y Ana María siguen tan felices como el primer día, y los problemas a los que han tenido que enfrentarse no han hecho más que unirles. Doña Sofía prefiere no comparar ese matrimonio con el suyo, calificado por Jaime Peñafiel en una entrevista con Bekia como "una historia terrible y dramática. Nunca en un matrimonio ha habido tantos desencuentros, tanto desamor y tanta infidelidad". Pero hay más. Los Reyes Constantino y Ana María lograron crear una familia unida y feliz. Si bien hay muchos años de diferencia entre los tres primeros hijos y los dos últimos, se puede decir que son cinco hermanos muy unidos.
Para muestra, durante el confinamiento organizaron una videollamada en la que participaron los Reyes de Grecia, sus cinco hijos y sus nueve nietos, cada uno desde su lugar de residencia. Un año después, y mientras la Reina Sofía e Irene de Grecia volvieron al país heleno para celebrar el 81 cumpleaños del Rey Constantino, aprovechando para cumplir con una intensa agenda, Nicolás de Grecia viajaba a Reino Unido con motivo de la Bienal de Diseño de Londres, donde representó a Grecia con la muestra 'Together'. Y allí estuvieron mostrándole su apoyo su hermano Felipe, su cuñada Nina y su sobrina Olympia de Grecia, dejando claro que pase lo que pase, los Grecia con una piña. Y eso son solo dos ejemplos.
Los no muy bien avenidos Borbón y Grecia
Mientras tanto, la Reina Sofía no puede juntar a sus tres hijos en el mismo lugar salvo en contadas ocasiones. La relación entre los Reyes Juan Carlos y Sofía es más inexistente que tensa, lo mismo que entre el Rey Felipe y la Infanta Elena, que más que llevarse mal, que no es eso, ya casi no se llevan. Al mismo tiempo, Don Felipe no se habla con la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin y con su padre ha tenido sus más y sus menos, algo lógico teniendo en cuenta sus comportamientos. A ello se une el incidente entre la Reina Letizia y la Reina Sofía que mostró que el vínculo entre suegra y nuera está lejos de ser idílico y que provocó que precisamente Marie Chantal de Grecia estallara contra su prima política: "Estoy muy enfadada. Ninguna abuela merece este trato. Está enseñando su verdadera cara", dijo la millonaria sobre el incidente entre las dos reinas.
Así, Doña Sofía se lleva bien con sus tres hijos y es una abuela dedicada, pero no cuenta con la armonía familiar de la que goza la Familia Real Griega, donde padres, hijos, hermanos y nietos se llevan muy bien, o al menos tienen una relación cordial. A ella le queda disfrutar de los suyos por separado, el apoyo inquebrantable de su hermana Irene de Grecia, así como disfrutar de la compañía de esa Familia Real Griega que también es la suya.