Al final se va a salir con la suya. Enrique de Dinamarca no quería ser enterrado en la catedral de Roskilde como el resto de reyes y consortes. En calidad de Príncipe consorte, tenía derecho a un lugar en el mausoleo real, pero en unas explosivas declaraciones realizadas en 2017 remarcó que no quería descansar allí al no haber sido elevado a Rey consorte: " Si la Reina quiere que me sepulten junto a ella, debe hacerme rey consorte, eso es todo ". Al ser solo Príncipe, algo que siempre le dolió por hacerle sentir inferior, declaró que no sería enterrado allí. Poco después de sus palabras, la Casa Real Danesa comunicó que el Príncipe Enrique sufría demencia, lo que provocó que algunos achacaran sus palabras a este mal.
Enrique de Dinamarca a bordo del DannebrogPero nada más lejos de la realidad. El Conde de Monpezat lo tenía claro y la Reina Margarita ha respetado su deseo. Como ha comunicado la portavoz de la Casa Real Danesa, Lene Balleby, el Príncipe Enrique será incinerado y sus restos van a ser divididos. La mitad se lanzará al mar y la otra será depositada en los jardines privados del Palacio Fredensborg, lugar en el que murió este martes 13 de enero a los 83 años.
Luto hasta el 14 de marzo
Además de no ser enterrado y no hacerlo en el mausoleo real, como marca la tradición, Enrique de Dinamarca ha roto más normas. Su deseo era no tener un funeral de Estado, y nuevamente se va a cumplir. Así, el martes 20 de febrero a las 11:00 se celebrará una liturgia en su honor en la Iglesia del Palacio de Christiansborg a la que asistirán familiares y amigos. Se desconoce si habrá algún tipo de homenaje con la presencia de Casas Reales Europeas o si en el citado sepelio habrá presencia regia, ya que los royals escandinavos y la Familia Real Griega son parientes cercanos de la Reina Margarita.
Enrique de DinamarcaPor lo pronto se conoce también que se ha decretado luto hasta el 14 de marzo, fecha en la que los miembros de la Familia Real no participarán en actos oficiales. Además, este jueves 15, se dispararán salvas en honor al Conde de Monpezat desde la isleta de Holmen mientras se lleva su cuerpo sin vida del Palacio Fredensborg al Castillo de Amalienborg. El viernes 16 a las 18:00 horas, los restos mortales del Príncipe Enrique se colocarán en la Iglesia del Castillo de Christiansborg, donde desde el sábado al lunes podrá ser visitado por aquellos ciudadanos que quieran despedirse de él.
La gran pena de Enrique de Dinamarca fue no haber sido nombrado Rey consorte. Él aceptaba que era el marido de la Reina y que tenía que ejercer como tal, pero no entendía que no pudiera ser Rey consorte, un dolor que nadie entendió pese a que tenía mucho sentido. Así, al no haber sido honrado en vida, tampoco ha deseado que se le honre ahora que se ha ido para siempre.
