La Reina Letizia lleva años siendo todo un icono de estilo, y si hay algo que ha distinguido sus looks desde que entró a formar parte de la Familia Real española son los tacones altos. Es evidente que existe una clara diferencia de altura con el Rey Felipe, y desde el momento en el que comenzaron a aparecer juntos, este tipo de zapatos se convirtieron en su seña de identidad, sin embargo, en los últimos tiempos sus estilismos han dado un giro, aunque hay una razón de peso que remite a su salud.
La Reina Letizia en un momento de la clausura del Atlàntida Mallorca Film Fest 2022Poco a poco se ha ido atreviendo con las bailarinas, las sandalias planas o las alpargatas, que es uno de sus calzados preferidos y que tanto ella como sus hijas usan mucho en verano. Poco a poco ha ido dejando en un segundo plano los tacones más finos, o al menos los ha reservado para ocasiones especiales, apostando ahora por los planos o cuñas, con más apoyo para sus pies.
Según ha publicado El País Semanal, la Reina padece metatarsalgia, una enfermedad crónica producida por el uso prolongado de tacones altos, así que al final le ha pasado factura. Son muchos años haciendo uso de los mismos porque acude a numerosos eventos marcados por la elegancia, sin embargo, y con la llegada del verano y también de sus vacaciones, ha dado un respiro a sus pies.
La Familia Real mirando tiendas en un paseo familiar por Palma durante sus vacaciones en MallorcaHa llegado a tal punto su dolor que según dicho medio la Reina ha llegado a aborrecer los tacones, cansada de tener que llevarlos siempre, por eso ahora ha dado un giro a sus looks, siendo igual de elegantes, pero un poco más cómodos en ese sentido. Si siguiera usando tacones los daños podrían ser irreversibles, derivando en una cojera permanente.
Su dolencia no está muy desarrollada
Esta enfermedad produce inflamación en el metatarso, es decir, en la parte delantera de la planta del pie, así que caminar con tacones puede ser muy doloroso, ya que todo el peso cae en dicha zona. Eso sí, parece que la enfermedad no está muy desarrollada y aún puede ponerse tacones, sin embargo, ha preferido cuidar sus pies en sus días libres, apostando por el calzado plano.
