El padre del Rey está molesto por las mentiras que se han vertido tras el escándalo de la Reina Letizia y la Reina Sofía.
La relación entre los miembros de la Familia Real no es fácil. Tienen muchos problemas entre ellos, agravados porque tienen que ser ejemplares y la opinión pública estudia cada uno de sus movimientos. Lo que ocurrió en la Misa del Domingo de Pascua fue un ejemplo de que las cosas no marchan bien en La Zarzuela, además de una advertencia clara: no pueden mostrar públicamente sus desavenencias.
Ahora bien, una cosa es que tengan tensiones y otra que no se pueden ni ver. Se ha dicho estos días que hubo un desencuentro en la comida en Marivent posterior a la misa, que el Rey Juan Carlos estaba enfadado debido a que la Casa del Rey hubiera utilizado su operación para recuperar la imagen de la Familia Real y que no había permitido a la Reina Letizia que entrara en su habitación en el hospital en sus dos visitas. Operación salvar la imagen de la Familia Real
En ese sentido, Mariángel Alcázar desmonta en Lecturas todas estas versiones. Lo primero la comida en Marivent, que según ella no se produjo el almuerzo porque después de la Misa de Pascua, los Reyes y sus hijas cogieron un vuelo para regresar a Madrid, así que no hubo comida con los Eméritos. Si hubo reproches, no pudieron ser ahí.
Llegó el sábado 7 de abril, fecha de la operación de Don Juan Carlos. Esa misma tarde, los Reyes y la Reina Sofía llegaron al centro médico, con una escenificación de la reconciliación pública entre suegra y nuera que pudo convencer más o menos, pero que se hizo. Una vez dentro, Gustavo González había comentado en 'Sálvame' que el Rey Juan Carlos no permitió que Doña Letizia pasara a verle. Alcázar lo niega, y al parecer, al enterarse de lo que se decía, Don Juan Carlos se enfadó porque le consideraran tan torpe de provocar otro escándalo.
También se comentó que el padre del Rey estaba enfadado por haberle usado para la reconciliación pública, pero la citada periodista también niega que esté enfadado por esta razón, y que a él le parecía bien para que se recuperase el prestigio de la Corona. El resultado es que Don Juan Carlos sí está enfadado, pero por las mentiras que ha visto, oído y leído.