Desde entonces, nada ha vuelto a ser igual. Cada vez que se avecinaba un encuentro entre Doña Letizia y la Princesa Marie Chantal, los medios especulaban (especulábamos) sobre la posibilidad de que se encontraran. Hasta ahora no ha ocurrido, si bien es cierto que sería muy difícil de explicar que alguna de ellas no fuera a la boda de Thedora de Grecia y Matthew Kumar.
Los principales afectados
De todos modos, aunque se ha puesto el foco en la relación entre las primas políticas, el incidente no habría provocado un cisma entre ellos, sino entre los que se llevaban bien. Como señala Nova Gente, las palabras de Marie Chantal Miller sentaron mal al Rey Felipe y a los Reyes Juan Carlos y Sofía, mientras que a la Reina Letizia le dio más igual, ya que su verdadera preocupación era el daño causado a la Corona y no a su imagen, sino a la de la Princesa Leonor, que no salió bien parada después del manotazo a la Reina Sofía.
De este modo, la relación más afectada es la de los dos primos, que siempre se han llevado bien. Sin embargo, tras el incidente, Felipe VI ha tomado distancias y ya no mantiene esa amistad presuntamente inquebrantable con su primo, y menos aún con la mujer de este. También Doña Sofía se llevó un disgusto por mucho que Marie Chantal de Grecia le estuviera defendiendo, ya que consideró que echaba más leña al fuego. Tampoco le sentó bien que no fueran a su 80 cumpleaños, aunque entendió que sus sobrinos Grecia viven muy lejos y no lo tenían fácil para acudir a La Zarzuela.
Aunque todavía hay esperanza para que se recupere la relación entre los primos, lo cierto es que la Reina Letizia y Marie Chantal de Grecia no tienen intención de mover un dedo para reconciliarse. La razón es que nunca se han llevado especialmente bien. Doña Letizia prefiere frecuentar a otro tipo de gente y considera que su prima multimillonaria no tiene nada que ver con ella. Lo mismo ocurre con la nuera del último Rey de los Helenos. Para las dos, las palabras de Marie Chantal de Grecia fueron la gota que colmó el vaso, pero no tienen nada que decirse. En el caso de los primos, sí que es una pena que su relación haya sido afectada por el conflicto entre sus esposas.