La Reina Isabel está acostumbrada a que se acate su voluntad, pero no siempre es posible. La pandemia ha provocado cambios en la vida de todo el mundo, y debe aceptarlo hasta la mismísima Isabel II. Así, aunque ha logrado mantener algunas de sus arraigadas tradiciones hasta en los peores momentos, tiene que entender que quizás no todo pueda salir siempre como ella quiera.
La Monarca está enfadada porque el personal de la Casa Real Británica que se encarga de atenderla no está dispuesto a seguir con la burbuja de protección contra la pandemia, la conocida como 'HMS Bubble', en Navidad en Sandringham. La Reina desea pasar allí las fiestas con su familia, al igual que su personal, que también quiere pasar la Navidad con su familia.
De acuerdo con The Sun, la Reina está molesta con el personal que se ha rebelado. Serían unos 20 empleados los que tendrían que quedarse en la residencia en la que la Familia Real Británica celebra la Navidad y por tanto mantenerse aislados de sus propias familias durante un mes. Después de todo el esfuerzo que llevan realizando durante meses, para el personal ha sido ya demasiado.
Así, la Reina podría tener que pasar la Navidad en Windsor Castle por primera vez en 33 años. No le hace ninguna gracia no cumplir sus deseos, como tampoco resulta agradable para su personal tener que estar un mes lejos de los suyos en las fiestas navideñas. Los empleados quieren ser leales a la Reina, pero sienten que pedirles tanto les parece demasiado. De todos modos, todavía hay margen para encontrar una solución.
Navidad con restricciones
A todo se suma los quebraderos de cabeza de la Reina Isabel si se mantienen las restricciones provocadas por la pandemia. Reino Unido solo permite reunirse a seis personas, lo que obligaría a la Monarca a valorar a quién invita y a quién no a celebrar la Navidad con ella y con el Duque de Edimburgo. Teniendo en cuenta la extensión de la Familia Real Británica, no va a ser tarea fácil. Al menos ya sabe que la invitación a los Duques de Sussex se la puede ahorrar en la Navidad de 2020.