Estas cesiones se producen en línea con el trabajo del Príncipe Guillermo en la lucha contra el cambio climático, a favor del medio ambiente y por su apoyo a las comunidades que protegen su entorno natural para preservarlo y transmitirlo a la siguiente generación. En ese sentido, el compromiso del Duque de Cambridge no ha hecho más que aumentar con el lanzamiento del Earthshot Prize, del que ya se habla como el Nobel verde, para el que cuenta con el apoyo de figuras internacionales como Shakira, Rania de Jordania, Cate Blanchett o David Attenborough, entre otros. Precisamente recibió a Sir David en los jardines de Kensington Palace para presentarle a sus hijos y para asistir al visionado de 'David Attenborough: Una vida en nuestro planeta'. Poco después estrenó en ITV su propio documental, 'Prince William: A Planet For Us All'.
"Especialmente porque tengo un puesto de responsabilidad, o si quieres llamarlo de otro modo, de liderazgo. Siento que puedo hacer mucho más si tuviera la posibilidad. Por ello, no entiendo por qué los que sí tienen la capacidad de hacerlo no lo hacen. Creo que es lo que realmente me molesta y me quita el sueño", lanzando así un dardo contra los políticos, que sí tienen capacidad de acción.
Asimismo, señala que se siente optimista y que mostrar solo lo malo no es siempre la mejor manera de lograr el cambio. "Cuando era pequeño sentía que abordar las cosas desde el lado negativo era lo que había que hacer, en realidad no funciona". Con los años fue descubriendo que es más efectivo tomar un enfoque positivo. Ha recordado su visita a China, cuando a la hora de tratar el tema del comercio ilegal de animales salvajes fue claro e instó a las autoridades a que se pusieran a trabajar de verdad para acabar con esta lacra. Finalmente, destacó el papel de Greta Thunberg y volvió a apelar a los políticos al añadir que si los jóvenes están preocupados y luchando por el futuro, la clase política debería escucharles y actuar en consecuencia.