El enfado de las Infantas Elena y Cristina por la polémica tras su vacunación: tristeza y dos culpables

Las Infantas Elena y Cristina no forman parte de la Casa Real, ni de la Familia Real, sino que son Familia del Rey. Cierto es que Felipe VI no es responsable de los comportamientos de sus hermanas, pero cierto es que lo que hagan o dejen de hacer termina afectando, y más en un momento tan delicado para la Monarquía por los escándalos del Rey Juan Carlos.

Las Infantas Elena y Cristina paseando por Ginebra

La vacunación de Juan Carlos de Borbón en Abu Dabi entra dentro de la normalidad. Reside allí y el Gobierno no contemplaba un plan de vacunación para él, por lo que es lógico que si se le podía vacunar en Abu Dabi, lo hiciera. Distinto es para la Duquesa de Lugo y Cristina de Borbón, que además no tienen ni la edad ni la profesión para haber sido vacunadas a principios de 2021, ni en España, donde reside una, ni en Suiza, donde lo hace la otra.

Ellas no creen que hayan hecho nada malo, en cambio están " enfadadas. Tristes. Desconcertadas ". Así lo cuenta Pilar Eyre en Lecturas, donde señala que así se sienten las Infantas Elena y Cristina en relación a la que se montó al saberse que habían aprovechado su viaje a Abu Dabi de febrero de 2021 para ponerse la vacuna.

Molestas con el Rey Felipe

Señala que fue el Rey Juan Carlos el que les dijo que se vacunaran y que no lo encontraron raro. Dice también Pilar Eyre que ninguno de sus ayudantes se opuso y que les facilitaron todos los trámites. Por ello, entendiendo que no tendría que haber molestias, achacan toda la polémica creada a "Podemos, independentistas, periodistas con ganas de clics, fuerzas antimonárquicas que intentan desestabilizar la Corona". Además de no admitir culpa o pensar que no lo hicieron bien, están molestas con el Rey Felipe por no haberlas defendido, y culpan de ello a la Reina Letizia y a la influencia que ejerce sobre el Monarca.

A todo esto, tan solo un amigo advirtió al Rey Juan Carlos de que la vacunación de las Infantas Elena y Cristina traería problemas, pero Juan Carlos de Borbón no se tomó en serio sus palabras y le acusó de exagerar. Está claro que ese amigo no exageraba.