La crisis del coronavirus ha salpicado también a las monarquías europeas, y unos de los afectados son el Príncipe Alberto de Mónaco y el Príncipe Carlos de Inglaterra. Ambos se encuentran relizando la cuarentena pertinente en sus domicilios, puesto que los síntomas que presentan no son graves y no han tenido que ser hospitalizados. Pero lo cierto es que estos dos contagios han estado muy relacionados, puesto que se creía que el primero podría haber contagiado al segundo.
Alberto de Mónaco en el banquete organizado por la entronización de Naruhito de JapónTodas estas especulaciones surgieron porque ambos coincidieron en el evento Water Aid el pasado 10 de marzo en Londres, lugar donde se trataron algunas cuestiones relativas al cambio climático y al acceso al agua, y el que Alberto de Mónaco podría habérselo contagiado, sin embargo, parece que no fue así. Pese a que el Príncipe Carlos tiene 71 años y pertenece a la población de riesgo, por suerte su salud es buena y por eso está aislado en el castillo de Balmoral, alejado de sus padres.
El Príncipe Alberto de Mónaco ha querido aclarar que no cree haber sido él la persona que le ha infectado. En una conversación con la radio francesa RTL, ha querido aclarar la situación: "Estuve en una mesa redonda para su fundación, pero no le di la mano. Estaba en el otro extremo de la mesa, muy lejos", y seguía diciendo: "Nos saludamos con la cabeza, así que no creo que se me pueda acusar de contaminarlo".
Alberto de Mónaco en la Global Ocean Gala 2020Por otro lado, su intervención no terminó ahí, porque añadió: "Había mucha gente en el centro de congresos, y sé que continuó con su agenda después durante varios días", dando a entender que ha tenido otras oportunidades para contagiarse, no solo en dicho acto por el medio ambiente.
Disipando las dudas
Con estas declaraciones ha dado por finalizados los rumores acerca de la posible transmisión al Príncipe de Gales, eso sí, la noticia del contagio del hijo de la Reina Isabel llegó tan solo unos días después de conocerse el contagio de Alberto de Mónaco, de ahí que empezaran a circular rumores.
