La separación de Gerard Piqué y Shakira pasó de un rumor que parecía muy real a convertirse en un hecho cuando el futbolista y la cantante lo anunciaron en un comunicado emitido el 4 de junio de 2022. Lamentamos confirmar que nos estamos separando. Por el bienestar de nuestros niños, que son nuestra máxima prioridad, pedimos respeto a la privacidad. Gracias por su comprensión", fueron las palabras con las que anunciaron su ruptura.
Esta separación no se habría producido en los días anteriores al comunicado, sino tres meses antes, lo que no implica que tanto él como ella lo sigan pasando mal aunque hayan pasado unas semanas. Han sido 12 años de amor y dos hijos en común, su máxima prioridad para ambos, y tienen que recuperarse, o al menos ser fuertes, para evitar que el sufrimiento de Milan y Sasha sea mayor.
En relación al estado anímico de la cantante, su hermana Lucila Mebarak ofreció algunos detalles cuando fue preguntaba sobre la separación de su hermana: " Está recuperándose ", manifestó en relación a cómo está Shakira. Preguntada además sobre si la familia esperaba que todo acabara así, Lucila Mebarak contestó: "posiblemente". Además, añadió a Europa Press que su hermana está fuera de España, si bien Lucila Mebarak comunicó que pronto se le volverá a ver por allí.
Lo que puede traer problemas y lo que no
Precisamente el lugar de residencia puede ser fuente de conflicto. Shakira se instaló en Barcelona cuando comenzó su relación con Piqué y si ha vivido allí es por él. Finalizada su relación no siente demasiado arraigo a la capital catalana y se habría planteado mudarse a Miami con sus hijos. Sin embargo, el futbolista se niega a que sus hijos, nacidos y criados en Barcelona, abandonen el país, por lo que si hay guerra entre la expareja será en relación a este punto.
No parece que vaya a haber una guerra económica. Shakira era inmensamente rica antes de conocer a Piqué. Al mismo tiempo el futbolista ha hecho una fortuna con su carrera deportiva y con una serie de inversiones empresariales. Ambos tienen al menos en común la casa familiar de Ciutat Diagonal en Esplugues de Llobregat, lugar que Piqué abandonó cuando se separó de Shakira.