Abrazos y miradas de orgullo
Los Reyes Felipe y Letizia y la Infanta Sofía habían llegado poco antes a Zaragoza en helicóptero, aterrizando en el campo de deportes de La General. Allí les recibió Manuel Pérez López, General de Brigada Director de la Academia General Militar. La Familia Real saludó posteriormente a las autoridades presentes, entre ellas la Ministra de Defensa, Margarita Robles, y el Presidente de Aragón, Jorge Azcón.
La Familia Real se encontraba en la Plaza de Armas de la Academia General Militar antes de la 11:30 horas, cuando estaba previsto el comienzo de la ceremonia. Mientras, la Princesa Leonor y el resto de alumnos se encontraban en formación. Como la Princesa de Asturias se encontraba todavía en formación militar al recibir estos honores, la diferencia con el resto se notaba en el cordón que llevaba la Dama Cadete Borbón Ortiz, que va del pecho al hombro.
El momento más emotivo se ha producido cuando al haber terminado de colocar a la Princesa de Asturias los honores, padre e hija se han fundido en un caluroso abrazo.
Posteriormente, el Rey ha vuelto a la tribuna presidencial, y hasta allí se ha trasladado entre aplausos también la Dama Alférez Cadete Borbón Ortiz, que ha recibido los abrazos y las felicitaciones de Doña Letizia y de la Infanta Sofía, que estaban muy orgullosos de la Princesa Leonor.
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La heredera ha seguido la ceremonia ya desde allí, mientras que Don Felipe ha hecho entrega de despachos a los siete mejores de las promociones del Ejercito de Tierra, es decir, infantería, caballería, artillería, ingenieros, transmisiones, aviación, y la Guardia Civil. De los restantes alumnos y alumnas se ha encargado el Director de la Academia de Zaragoza, Manuel Pérez López.
El acto finalizó con un desfile por la avenida principal, el 'rompan filas' y el lanzamiento de boinas al aire. Termina así para la Princesa de Asturias su formación militar en el Ejército de Tierra y su paso por la Academia de Zaragoza, una experiencia que ha sido para ella dura, intensa, enriquecedora e inolvidable, tal y como expresó el 21 de mayo de 2024 al recibir la Medalla de las Cortes, el título de Hija Adoptiva de Zaragoza y la Medalla de Aragón.
"Les puedo decir que lo que he vivido aquí supera con creces lo que pensaba hace 10 meses. En Zaragoza, en Aragón, me he sentido en casa, acogida y acompañada en una tierra que siempre formará parte de mi vida. Gracias Zaragoza, gracias Aragón, gracias a todos los que habéis hecho posible que en este tiempo me sienta una aragonesa más, una maña más, gracias", manifestó la Princesa de Asturias, que dice adiós a un lugar que siempre estará en su corazón.