El Duque de Edimburgo fue un férreo jefe de la Familia Real Británica, un rey en la sombra que mantuvo una relación cercana y al mismo tiempo complicada con sus hijos, sobre todo con el Príncipe Carlos, con el que no siempre se entendió. Era todo lo contrario con la Princesa Ana, que era su favorita por cuestiones de carácter y de intereses. Eran un padre y una hija profundamente unidos que tuvieron la suerte de pasar juntos los 70 años que tenía la Princesa Real en el momento en el que murió el Príncipe Felipe.
Después de que el Príncipe Carlos homenajeara en un vídeo a su padre, y que los Príncipes Andrés y Eduardo, así como la Condesa de Wessex, dedicaran unas palabras al Duque de Edimburgo en unas declaraciones a la prensa en el exterior de la Capilla de Todos los Santos de Windsor, faltaba por hablar la Princesa Ana, que lo hizo vía comunicado.
El emotivo recuerdo de la Princesa Ana
La Casa Real Británica emitió un comunicado para dar a conocer lo que la Princesa Ana quería expresar sobre su fallecido padre: "Sabes que va a suceder, pero nunca estás realmente listo. Mi padre ha sido mi maestro, mi partidario y mi crítico, pero sobre todo es un ejemplo de una vida bien vivida y de servicio, que es lo que más quise emular de él. Su capacidad para tratar a cada persona como un individuo por derecho propio con sus propias habilidades proviene de todas las organizaciones con las que estuvo involucrado", señaló la segunda de los cuatro hijos del Duque de Edimburgo.
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" Considero un honor y un privilegio que se me haya pedido que siga sus pasos y ha sido un placer haberlo mantenido en contacto con sus actividades. Sé lo mucho que significó para ellos, en Reino Unido, en la Commonwealth y en el resto del mundo. Me gustaría enfatizar cuánto aprecia la familia los mensajes y recuerdos de tantas personas. Le echamos de menos, pero deja un legado que puede inspirarnos a todos ", finalizó muy emocionada.
Previamente, y en una entrevista ya pregrabada por ITV que se iba a emitir una vez fallecido el Duque de Edimburgo, la Princesa Ana había reconocido que la vida iba a ser completamente diferente sin él. Recordó su dura infancia como un nómada y cómo le impactó su paso por Gordonstoun School, en Escocia: "Debe haber sido realmente bastante difícil porque era mucho más joven que sus hermanas. Su figura paterna era muy intermitente y luego se fue y su madre tuvo problemas en esa etapa, por lo que tenía gente en otros lugares que lo acogieron durante las vacaciones. Era prácticamente un refugiado en esta etapa porque no tenía ningún otro lugar a donde ir, literalmente. Y probablemente por eso Gordonstoun tuvo tanto impacto". También reconoció las dificultades a las que tuvo que enfrentarse cuando entró en la Familia Real Británica y cómo lo dejó todo por la Reina Isabel y el servicio a la Corona.