El bautizo de August, el hijo de Eugenia de York y Jack Brooksbank, celebrado el 21 de noviembre de 2021 en la Capilla de Todos los Santos de Windsor, fue un acontecimiento inolvidable para la pareja, que tuvo el privilegio de que la Reina Isabel II se encontrara entre los asistentes al evento a pesar de que hace unas semanas tuviera que tomarse un descanso por prescripción de su equipo médico.
Sin embargo, después de la alegría por el acontecimiento, en el que también recibió las aguas bautismales el hijo de Zara Phillips y Mike Tindall, Lucas, se ha conocido la noticia del fallecimiento del padre de Jack Brooksbank y suegro de la Princesa Eugenia. George Brooksbank, que tenía 72 años, había tenido problemas de salud en 2020, cuando se infectó de coronavirus y necesitó un respirador.
A pesar de que superó la enfermedad y logró salir del hospital después de nueve semanas, arrastró algunos problemas, probablemente derivados de aquella infección. Aún no se ha revelado el motivo del fallecimiento, pero sí se sabe que se produjo en la semana previa al bautizo. Al conocer la noticia, tanto Jack Brooksbank, hijo del fallecido, como su esposa, la Princesa Eugenia de York, decidieron seguir adelante con sus planes.
Para honrarle, se publicó una bonita despedida en el Telegraph con el que se quiso homenajear a George Brooksbank: "Brooksbank, George. Murió el 18 de noviembre. Amaba todas las cosas buenas de la vida, pero especialmente a su esposa, amigos, hijos, nueras y nietos. Cremación familiar privada. Se anunciarán más detalles a su debido momento"
Murió tres días del bautizo
Su delicado estado de salud, no impidió a George Brooksbank conocer a su nieto, cuyo bautizo ya tuvo que aplazarse en julio de 2021 al haber estado uno de los invitados en contacto estrecho con un contagiado de Covid. Para entonces se había planteado un aforo muy reducido, de unas 30 personas, pero finalmente no pudo ser y el bautizó acabó celebrándose el domingo 21 de noviembre de 2021 en una ceremonia conjunta con Lucas Tindall.
El padre de Jack Brooksbank era contable y tras su jubilación pasaba grandes temporadas en Burdeos, que le mantenían alejado de su casa. Cuando se contagió de Covid, la familia se preparó para lo peor ya que su diagnóstico no era nada favorable. Su esposa, Nicola, también se contagió pero pudo recuperarse en casa y no necesitó cuidados especiales.