Los actos de despedida de la Reina Isabel II se han ido sucediendo a lo largo de los días desde que se anunciara su fallecimiento el día 8 de septiembre. La monarca murió en Balmoral y, desde ahí, comenzó una última gira como Reina recorriendo distintos puntos de Reino Unido. Edimburgo fue el primer destino, donde fue velada por el pueblo escocés y, posteriormente, sus restos mortales fueron trasladados en un avión hasta Londres, donde entró por última vez en Buckingham Palace.
En el palacio la velaron los miembros de la familia durante la noche para, al día siguiente, proceder con un desfile por las calles de Londres donde la Reina Isabel II iba seguida de un cortejo fúnebre encabezado por el Rey Carlos III, sus tres hermanos y sus dos hijos. El pueblo londinense lloraba su pérdida a su paso por las distintas calles de la localidad hasta llegar a su descanso final, la Abadía de Westminster.
Fue allí donde realizaron una pequeña misa en honor a la Reina Isabel II y en ella se pudo ver a toda la Familia Real británica al completo. Uno de los miembros más emocionados fue, sin lugar a dudas, el Príncipe Harry, quien con su inseparable Meghan Markle no pudo esconder la tristeza que sentía por la pérdida de su querida abuela, no ocultando gestos de dolor por su adiós.
Gestos de tristeza y un cumpleaños amargo
Las cámaras que mostraban lo que sucedía en esa pequeña misa en honor a la Reina mostraron a un Príncipe Harry abatido, quien apenas podía contener las lágrimas en este último adiós. Al Duque de Sussex se le podía ver tapándose la cara durante la misa, así como con un rostro visiblemente compungido a la entrada de Westminster. Tampoco tiene un papel fácil en este momento, pues supone su vuelta a Londres acompañado por la familia después de las distintas tensiones producidas por el Megxit.
Tampoco ha sido fácil para Meghan Markle, quien se reencontraba con toda la Familia Real para honrar la memoria de la Reina Isabel II después de declaraciones muy duras contra alguno de los miembros de la misma. Además, cabe recordar que el Príncipe Harry cumple el 15 de septiembre 38 años, y lo hace en un momento de dolor y fuera de su zona de confort, pues Reino Unido dejó de ser casa desde que luchó contra viento y marea por su amor hacia Meghan Markle.