No es la heredera del heredero, y ni siquiera tiene título de Princesa o tratamiento de Alteza Real, pero fue Tallulah Behn, hija menor de la Princesa Marta Luisa y Ari Behn, se convirtió en la protagonista al salir antes de tiempo y colocarse en el centro del balcón. La simpática niña, de 8 años, hizo varios gestos y provocó risas y la mirada enternecedora de sus abuelos. Por si no había habido suficiente comedia, mientras se cantaban las felicitaciones, el Príncipe Haakon se vino arriba y se puso a bailar moviendo la cabeza y dando una vuelta sobre sí mismo. A todos les hizo gracia, ya que le imitaron su mujer, sus hijos, su hermana y sus sobrinos, que no pararon quietos.
La Familia Real Noruega no estuvo solo en el balcón, ya que desde los otros con los que cuenta el Palacio Real se vio a representantes de todas las Casas Reales Europeas, que después acudieron a una cena de gala en honor a los Reyes. Solo faltaron los de Liechtenstein, que ni están, ni se les espera, y los de España, que se hicieron esperar hasta el día siguiente.
De Suecia estuvieron los Reyes Carlos Gustavo y Silvia, sus hijos Victoria y Carlos Felipe, su yerno Daniel y su nuera Sofia. De Dinamarca aparecieron la Reina Margarita y los Príncipes Federico y Mary, que no se despegaron de sus primos griegos, y del desaparecido trono heleno estuvieron la Reina Ana María los Príncipes Pablo, Marie Chantal, Nicolás y Tatiana.
Desde Bélgica viajaron los Reyes Felipe y Matilde; de Luxemburgo los Grandes Duques Enrique y María Teresa y los herederos Guillermo y Estefanía, mientras que de Holanda acudieron los Reyes Guillermo Alejandro y Máxima, la Princesa Beatriz, el Príncipe Constantino y la Princesa Mabel, viuda del Príncipe Friso. De Mónaco fue el Príncipe Alberto, y de Reino Unido la Condesa de Wessex y Lady Elizabeth Shakerley, nuera y prima de la Reina Isabel, respectivamente.
La cena, además de un desfile de elegancia y joyas, fue la ocasión perfecta para escuchar un emotivo discurso del Rey Harald en el que dio gracias por todo lo que le había dado la vida, además de alabar lo bien que se conserva su esposa con casi 80 años. Haakon y Marta Luisa de Noruega pusieron el punto divertido recordando algunas anécdotas de sus ya ancianos padres. Precisamente el heredero llamó la atención otra vez, ya que en medio de la cena se ausentó para afeitarse la barba. ¿Por qué? Eso querríamos saber...
La esperada llegada de los Reyes Juan Carlos y Sofía
Al día siguiente, los royals disfrutaron de un paseo en barco por las aguas del fiordo en el que se asienta Oslo. El tiempo no era bueno, pero los invitados iban vestidos para la ocasión, así que se lo pasaron muy bien almorzando en el mar. Después regresaron a sus aposentos para estar listos para la cena con la que la Primera Ministra de Noruega, Erna Solberg, agasajó a Sus Majestades en la Ópera de la capital del país. Allí por fin se pudo ver a los representantes de la Casa Real Española, los Reyes Juan Carlos y Sofía, que se dejaron ver más animados, felices y cómplices que nunca. No hay duda que han solucionado sus diferencias, o al menos eso quieren dejar ver por el bien de la Corona que ahora descansa en su hijo Felipe VI.
Unos 270 invitados entre royals y autoridades y miembros destacados de la sociedad noruega disfrutaron de una cena marcada por la música, los bailes y los discursos. La Primera Ministra ha alabado la figura del Rey, Harald ha recordado sus más de 25 años de reinado y ha hecho mención a su padre y abuelo. Por su parte, la Reina Sonia ha agradecido a Harald todo lo que ha hecho por ella, y ha repasado su medio siglo de amor. Para coronar los festejos, se han lanzado fuegos artificiales en honor a Sus Majestades los Reyes de Noruega por sus 80 años. Ahora, a esperar al próximo cónclave real.