Además, poco se sabia acerca de los integrantes del segundo vehículo implicado en el accidente, en el que viajaban una mujer de 28 años, un bebé de 9 meses y una tercera mujer, de la que todavía se desconocía su parentesco con las otras dos ocupantes del coche. Ahora, unos días más tarde de lo sucedido, se ha podido averiguar un poco más sobre quienes eran las 3 personas que viajaban en ese Kia y cuál fue la visión que tanto la conductora como la copiloto de ese segundo coche implicado tuvieron del accidente. Pues bien, esa tercera persona resulta ser Emma Fairweather, una mujer de 46 años que viajaba junto a su amiga y el bebé de vuelta a casa, tras haber pasado el día en la playa de Hunstanton.
En unas declaraciones a Daily Mail, Fairweather confiesa que, en el momento en el que se produjo el choque, no podía parar de gritar, pensando solamente en la necesidad de que sacaran al bebé de la parte trasera del coche. Del mismo modo, asegura que no fue hasta unos minutos después del accidente cuando se dieron cuenta de la verdadera identidad del conductor del todoterreno, siendo informada por una transeúnte que se acercó hasta el lugar de los hechos. Aún así, y a pesar de que el Príncipe Felipe aseguró de primeras haber sido deslumbrado completamente por el sol, la mujer de 46 afirma que aquel día el cielo estaba gris, por lo que no concuerda en absoluto con las palabras del consorte de la Reina Isabel II.
El Duque de Edimburgo, de nuevo al volante
Lo que no parece ser totalmente cierto, según las palabras de una de las integrantes del Kia, quien garantiza no haber recibido ningún tipo de noticia ni de la Reina ni de su esposo. "Amo a la Realeza, pero me han ignorado y rechazado y siento mucho dolor. Significaría todo para mí si el Príncipe Felipe lo lamentara, pero no tengo ni idea si lo lamenta en absoluto", son algunas de las confesiones de la damnificada, quien da gracias por haber salido viva de este grave accidente. Lo peor de todo es que, dos días después del accidente, se han podido ver una serie de imágenes en las que el Duque de Edimburgo aparece conduciendo un vehículo nuevo y sin cinturón de seguridad, A lo que la Policía no ha dudado ni un solo instante en hacerle llegar una advertencia.