Día tras día aparecen más informaciones sobre los negocios de Iñaki Urdangarín, que en esta ocasión nos llevan al tiempo en el que ya había dejado el Instituto Nóos y había comenzado una nueva vida en Washington tras aceptar un puesto en Telefónica.
Exteriores no respondió a las quejas del Embajador
Al parecer, entre 2009 y 2010 Urdangarín llamaba por teléfono al secretario del embajador o al mismo embajador para pedir lo que necesitara y siempre sin avisar, señalan estas fuentes, que han calificado el comportamiento del duque de Palma de "irrespetuoso".
Asimismo, el yerno del Rey solicitaba los coches oficiales de la Embajada de España en Washington, vehículos que tienen como objeto trasladar a determinados invitados para ciertos actos oficiales y que el esposo de la Infanta Cristina pedía para fines privados.
Ante el supuesto comportamiento de Don Iñaki, el embajador, Jorge Dezcallar, comunicó su malestar al Gobierno que presidía José Luis Rodríguez Zapatero a través del ministerio de Exteriores, que según estas informaciones no respondió al diplomático y optó por el silencio.