La boda de los ya Duques de Sussex ha congregado en torno al Castillo de Windsor a numerosos rostros conocidos de la realeza, la cultura y el deporte. No obstante, más todavía han sido los ciudadanos que desde hace días se agolpan en las inmediaciones del lugar con el objetivo de ver la llegada de los novios y de sus invitados.
Unos espectadores de excepción que sin duda se han llevado una inesperada sorpresa al ver bajar de su vehículo a la Duquesa Catalina de Kent, casada con uno de los primos más cercanos a la Reina Isabel II. A sus 85 años, la aristócrata apareció ataviada con un llamativo tocado y un vestido floreado que dejaba a La Luz un inesperado accesorio: ¡unas zapatillas deportivas!
Problemas de salud
Los rumores sobre la salud de la Duquesa de Kent se ciernen sobre ella desde hace más de dos décadas. Entre las enfermedades que se le adjudican están la fatiga crónica, la depresión o la celiaquía. La única de todas ellas que la protagonista ha confirmado ha sido la celiaquía.
Sin embargo, ninguna de ellas parece ser la razón de este 'look'. Parece que respondería más a un proceso de recuperación de una fractura de pie. O al menos eso es lo que se puede deducir teniendo en cuenta que el pasado verano acudió al Torneo de Wimbledon con un pie escayolado.