Con su mudanza de Canadá a Los Ángeles, comenzó de nuevo el debate sobre quién y cómo se iba a sufragar los gastos de su seguridad. Un montante que rápidamente Donald Trump se apresuró a decir que no iba a ser aportado por el Gobierno de Estados Unidos. Tras el contundente mensaje del Presidente, fueron los propios Sussex los que anunciaron que esa no iba a ser en ningún momento su intención: "El Duque y la Duquesa de Sussex no tienen planes de pedir recursos de seguridad a Estados Unidos. Se han hecho arreglos de seguridad con fondos privados".
Después de esta comunicación y una vez plenamente instalados en su nueva vivienda en Los Ángeles, parece que el Príncipe Harry y Meghan Markle se han puesto manos a la obra para buscar la empresa de seguridad más idónea para cubrir sus necesidades y hacerlo, por supuesto, con total discreción.
4 millones de libras al año en seguridad
Asimismo, según el citado medio, los expertos han hecho un cálculo de lo que podría suponer la seguridad de los Sussex y su hijo Archie. Una factura que ascendería a unos cuatro millones de libras y que va a sufragar el matrimonio con sus fondos privados, así como con la ayuda económica que les va a aportar el Príncipe Carlos durante su primer año lejos de la Familia Real.