"Es muy difícil, muy duro. Como madre, recibes mucho apoyo al principio, pero eso desaparece después del primer año y lo único que te queda es leer libros", afirma la Duquesa, "es una lucha que tenemos todas. Todo el mundo experimenta el mismo problema", añade en la charla en un centro de ayuda telefónica a madres de Reino Unido. Ya aseguró en 2017 que "es una compleja mezcla de alegría, agotamiento, amor y preocupación. Es como si tu identidad cambiara de la noche a la mañana, una experiencia sin duda maravillosa y gratificante. Y pedir ayuda no debería ser considerado un signo de debilidad".
Tratamiento psicológico
Por su parte, durante el Foro Económico Mundial de Davos, su marido hablaba sobre un momento muy duro por el que tuvo que pasar: "Todavía me resulta muy difícil hablar de ello. Es algo con lo que me emociono mucho, porque está estrechamente relacionado con mis hijos y es muy duro hablar del tema", y añade: "Empecé a tener sentimientos que hasta entonces no había tenido nunca. Me sentía triste y deprimido por esas familias. Podía haberme escondido debajo de mi concha un poco más, pensando 'puedo manejar esto yo solo'. Pero entonces, más adelante, el problema se habría manifestado de manera mucho peor. Deberíamos hablar de ello y acabar con el estigma"
Ambos han dejado claro que pertenecer al mundo de la realeza no elimina los problemas por completo, y al igual que todas las personas, siempre se necesita ayuda por una razón u otra.